Hasta leer el artículo sobre el walkman en Microsiervos en el que un chico joven llamado Scott Campbell, nacido de lleno en la época del mp3, prueba un viejo Walkman, nunca me había parado a pensar que las generaciones posteriores a la mía se saltaron el tema de las cintas, esa gloriosa época llamada a sustituir a los vinilos pero que, al igual que le pasará al cd, murieron sin cumplir su misión.
Cuando te toca vivirlo sufres sus inconvenientes, pero el ser humano tiene esa peculiaridad de que cuando pasa el tiempo suficiente te queda un buen recuerdo e incluso añoras el poder coger una cintita, el walkman de turno y a escuchar música… pero no se debe hacer. Son momentos que deben permanecer en el recuerdo y jamás llevar a la práctica de nuevo… o…
… o recordarás esas cintas que por algun mecanismo maléfico invisible se enganchaban al sacarlas y la cinta magnética se aferraba al reproductor como si le fuese la vida en ello mientras gritabas “nooooo…. que tiene grabada “La canción sin nombre” de Platón!” -luego sonaría como en el vídeo ese, ojo al final- o cuando se acababan las pilas y el cassette era de 90 minutos y notabas cómo se alargaban las palabras del cantante, así que tocaba coger un lapiz (o un boli Bic) y rebobinar manualmente la cinta para que quedasen los dos carretes con la misma cantidad de cinta magnética y así arañarle unos pocos minutos más de vida.
Pero cuidado, también hubo grandes hitos tecnológicos, como los Walkman que al llegar al final de la cinta, ¡reproducían automáticamente la otra cara!, que fue uno de los problemas con los que se encontró Scott Campbell, descubrir que había dos caras…
Aún con todas las penurias, hay dos cosas en las que no mejoró mi reproductor de mp3: que se apague de golpe sin avisar cuando se acaba la batería -odio que se me corte una canción en el momento más álgido, tengo un trauma con eso- y la posibilidad de elegir “mono” y “stereo”, función utilísima cuando sólo llevas un auricular puesto pero quieres escuchar todos los sonidos de la canción. Mediten sobre ello, gurús tecnológicos.
Total, que este ataque nostálgico viene a raíz de que hoy se cumplen nada menos que 30 años desde que salió a la venta el primer Walkman. La tecnología de Sony & Co. sigue avanzando y mejorando la forma de escuchar música, aunque siempre hay quien no es capaz de seguir el ritmo del progreso.
30 años con el Walkman1 thought on “”
jajaja buen articulo y todo lo que escribistes me paso, y entre esos recuerdos bellos recuerdos mi sony fiesta, una version clasimejorada mas moderna del nuevo walkman de sony…