Tino di Geraldo vuelve a marcar el paso desde los controles, y ellos, rotundos cual sexteto, se sienten libres de trabajar el mejunje en el estudio que usan cual cuartel general. Luego entre todos liman asperezas de los bordes y limpian cualquier mota que quede en el cristal de muestra. Nº 4 desprende esa comunión como banda de amigos que pergeñan su invento cual unidad pero en cuya elaboración todos insuflan el aire necesario gracias a sus gustos e influencias particulares; por ello, en ‘Sin Dar Explicaciones‘ parecen los America de ‘Riverside‘ y con ‘La Cantina‘ lucen sus botas vaqueras de tacón pisando la línea fronteriza que nos sitúa en el lejano oeste. La vena psicodélica estalla y mancha con su fluido multicolor en ‘No Me Voy A Rendir‘, a lo que Nueva Orleans contesta a golpe de ‘Y Que Nunca Se Entere‘.
Ciertos posicionamientos y quiebros de cintura llegan a evocar los días en que M Clan iniciaron el cambio de muda; aunque lo de 69 Revoluciones promete un más placentero futuro para los respetuosos con la tradición del arrojo nunca impostado. Y es que Nº 4 tenía planta primera para cubrir dos CDs y ponerse todo elegantón como edición doble, pero las sabias palabras de Tino les hizo buscar la síntesis, el resumen y la conjunción de las piezas de mayor valía. Así se hacen la obras atemporales.