Cuando comenzó a rodar la escalofriante pieza titulada ‘Squealer‘ de aquella joya de los australianos —aunque los hermanos Young y el propio Scott fuesen naturales de la madre Escocia—, pronto me cautivó el talento de Bon para pasar del susurro del amante a la rabia del buscavidas callejero. Y aunque con los años me he hecho con todo lo que pusiese en el mercado este quinteto, en mi corazón siempre estará la etapa en la que Ronald Belfort “Bon” Scott dirigía desde el micrófono auténticas bacanales de rock and roll. High Decibels de ’77 no engaña y pretende por todos los medios emular aquel maravilloso periodo de tiempo en la carrera profesional de AC/DC que va de 1974 a 1979. Desde ‘High Decibels‘ a ‘Give Me A Dollar‘ —que recuerda a la versión de los Young y compañía del clásico ‘Baby, Please Don’t Go‘—, pasando por el medio tiempo de ‘Backdoor Man‘ —¿acaso Scott no se ofrecía cual excitación furtiva en la letra de ‘Dirty Deeds Done Dirt Cheap‘ al decir aquello de «for a fee I’m happy to be your backdoor man»?— o la rotunda ‘Melting In A Spoon‘.
No vienen a descubrir nada nuevo estos ’77, ya que lo suyo es mantener vivo el legado setentas de Scott y sus compañeros de jaranas sónicas. Algo así como intentar continuar donde se quedó el vinilo Highway To Hell. Y el caso es que lo están consiguiendo con total dignidad.