La última gira que dio la banda en 2011, titulada Anniversary, ya nos daba algunas pistas de por dónde podrían ir los tiros para su último trabajo, puesto que entonces se dedicaron a tocar enteramente su primer trabajo, Forest Of Equilibrium. Y así ha sido, porque no vamos a encontrar muchos rastros de sus discos más stoner, como Caravan Beyond Redemption, sino doom en la línea de aquel enorme The Ethereal Mirror. Eso es lo que destila este The Last Spire a raudales.
Entrance To Hell nos da la bienvenida con un ambiente tétrico y la voz de Dorrian diciendo “bring out your dead“. Después de esta larga introducción, Pallbearer aparece con un riff que podría estar en cualquiera de los álbumes clásicos de la banda y que ya pone el listón bastante alto en unos once minutos magníficos. Cathedral Of The Damned y Tower Of Silence son quizá los dos cortes menos atractivos y más directos, pero mantienen un nivel más que decente. Por el contrario, An Observation, Infestation Of Grey Death y This Body, Thy Tomb abarcan diversas influencias y sonoridades, sin salir claro del doom que les caracteriza y la épica apocalíptica habitual.
A partir de ahora podremos seguir al menos la carrera de tres de los miembros de Cathedral (Scott Carlson, Garry Jennings y Lee Dorrian) en el nuevo proyecto que han comenzado ya: Septic Tank, bajo cuyo nombre ya han publicado un primer EP titulado The Slaughter. Mientras tanto, aún tendremos que disfrutar durante mucho tiempo de este The Last Spire, que ha sido una despedida sin sobresaltos pero espléndida y en la que es difícil discernir la emoción que procede de las composiciones de la que surge de saber que estamos ante el último trabajo de una de las bandas más grandes de los últimos veinticinco años.
Texto: Juan Manuel Vilches
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