Después de tres discos de larga duración y algunos EP’s, Las Novias vuelven al estudio para parir “Invicto”. Dicho álbum está todavía terminándose, pero el material que va apareciendo promete ser lo mejor que los aragoneses han hecho durante toda su carrera. Óskar (guitarra), Pedro (bajo) y Toño (voz) hablan con Carlos H. Vázquez en Zaragoza para hablar sobre “Invicto” y el tiempo pasado.
A estas alturas, sacar un disco… ¿sería más bien por mera diversión o por placer personal?
Óskar: Por ninguna de las dos cosas realmente. Ni mera diversión ni mero placer. Es un poco la propia dinámica del grupo que tiene un poco una vida cuasi independiente de nosotros y que simplemente, de vez en cuando, nos demanda que hagamos cosas. Nosotros estamos encantados, y para nosotros es un placer muy grande el meternos a componer y a grabar. Pero no solamente es un “me apetece” sino que es algo que vemos que tiene sentido. Continuar y dar un paso más allá.
Yo me pregunto si las ganas que hay ahora son como las primerizas. Me imagino que antes las intenciones podían ser vivir de la música e ir más allá. Supongo que ahora es grabar discos por disfrutar de la música.
Toño: Hombre, ahora sí que existe un concepto más romántico, por decirlo así. En definitiva, quizás en principio, sí tenías el interés de vivir de la música o de pensar que esto a lo mejor podía tirar para adelante en el sentido económico. Y ahora sí que es un concepto mucho más romántico que otra cosa. Es el trabajar pensando que las canciones viven por sí mismas y que pueden salir adelante a través del buen resultado que está dando el grupo y del buen resultado que están dando las canciones. Entonces, a partir de ahí, nosotros -creo- tenemos el concepto como grupo y como creadores de canciones, de que el grupo y las canciones pueden subsistir y pueden pervivir por ellas mismas. A “poquico” que podamos seguir haciendo y a mucho que podamos poner de interés, nosotros sabremos que pueden ofrecer muy buen resultado.
Me imagino que la gira del 2007 fue una ayuda bastante grande para continuar.
Pedro: Sí y no. Siempre hemos tenido el estímulo de seguir. Ha habido muchos años que no hemos tocado en directo y hemos seguido bajando al local a ensayar. Lo que hace que subsista esto es el amor que tenemos por la música.
Toño: Y el interés…
Pedro: Y el interés de juntarnos y de tocar y de pasárnoslo bien.
Lo que decía Toño del tono romántico.
Pedro: Sí. Que no hace falta una gira para que subsista esto.
Que no es que os marcharais, si no que seguíais ahí.
Pedro: Estábamos hibernando. De la última gira hasta la próxima que hagamos, han pasado unos cuantos años pero tampoco es que hayamos desaparecido. Seguimos bajando a nuestro local, ensayamos a nuestro ritmo, según las circunstancias de la vida que nos va pasando, pero seguimos. Esto no se ha parado.
También es verdad que “Voilá” fue un golpe bastante serio. Había material nuevo de Las Novias y canciones con mucho tirón que prometían continuar un nuevo sonido siendo Las Novias pero más actual.
Toño: Claro, veníamos de unos discos anteriores, con el parón que comentabas que se había producido, por lo que era un reto enfocar ahora el grupo cara a la gente, tanto a la que nos seguía como a la que pensaba que nos habríamos disuelto o desaparecido, para volver otra vez a retomar el interés de todos ellos. Existe el reto ese de tirar para adelante, de sacar buenas canciones y hacer buenos temas, pero en un momento dado sí que te planteas el pensar que quizás la gente que te seguía ya se ha olvidado de ti, o a lo mejor ya no te sigue o están ahí latentes y tienes que despertarlos de alguna manera. “Voilá” sirvió para eso, sirvió como acicate. Un poco de bálsamo para que la gente supiera que Las Novias existían y que estaban haciendo otra vez buenas canciones, y que en ningún momento se habían marchado, si no que simplemente existía una especie de letargo en el cual el grupo tenía que hacer otras cosas individualmente cada uno de nosotros. Y a partir de ahí sabíamos que grupalmente estábamos más unidos que nunca y sabíamos que podíamos llegar a ser indisolubles hasta el infinito. Por eso precisamente, porque entre nosotros tenemos una interconexión a la hora de hacer canciones y a la hora de establecer nuestro vínculo en el local de ensayo, que es acojonante. Y eso “Voilá” lo dejó muy claro. Dejó claro que existen una serie de canciones y el grupo está todavía ahí viviendo.
De hecho estaban ‘Inercia’ y ‘Eclipse’ que fueron las canciones que se mostraron antes de presentar el EP.
Óskar: ‘Eclipse’ sí, ‘Inercia’ no. ‘Inercia’ ya es cuando sale.
Pero representaron una nueva etapa de Las Novias.
Óskar: ‘Voilá’, por ejemplo, recuerdo que era una canción de la época de cuando Roberto era todavía batería. Es la última canción que sacamos con él. Siempre nos había parecido un tema que merecía la pena, nos gustaba muchísimo y pensamos que si algún día hacíamos un nuevo disco, ese tema tenía que aparecer. Por eso fue importante para nosotros incluirla en esa nueva remesa de temas y ensayar a partir de la relectura que hicimos en el 2007 de ese tema, dar un poco pie a lo que iba a ser el sonido de “Ego”, con el nuevo formato de trabajo con Nacho.
¿Cambiasteis de batería dos o tres veces, no? Se fue Roberto, vino Nacho Til y luego vino Luismi. Aunque estáis como trío.
Óskar: No, no. Ahora estamos como cuarteto. Luismi está con nosotros, él también está participando en las series de composición, en los ensayos. Pero bueno, todo lo que es la elaboración del disco la estamos haciendo nosotros tres, entre otras cosas porque Luismi no está viviendo en Zaragoza. Digamos que nosotros tres somos el núcleo duro del grupo.
¿Volver significó sacrificar el bienestar por la carretera?
Óskar:No, porque carretera no hemos hecho.
Toño: Y la que hacemos nos gusta. Hemos sido un grupo que, siempre que hemos salido a la carretera, nos lo hemos pasado como enanos. Y además no nos ha costado nunca. Sabíamos que teníamos que salir a tal concierto, que teníamos que ir a tal sitio, y para nosotros era como cuando a los niños les dices que tienes que ir de excursión a un sitio y se preparan y el día de antes están pensando en dejar todo preparado. Para nosotros no suponía tampoco un momento festivo porque uno se plantea estas cosas de una manera semi-profesional. Pero sí que en un momento dado para ti es espectacular saber que vas a juntarte con tus amigos y que vas a compartir con ellos una serie de horas, vas a tomarte unas cervezas con ellos, hablar de lo que sea, al margen de la música…
Pedro: Nos ponemos música el uno al otro…
Toño: Por eso que la carretera nunca nos ha supuesto ninguna losa ni nada.
Óskar: Nunca hemos hecho grandes giras, ni siquiera medianas, pero sí hemos sido un grupo de ir a tocar a determinados sitios puntuales en parte porque todo este período que hemos estado trabajando nos ha pillado también en un apogeo de un tipo de música diferente a la nuestra: el mundo Indie. Nosotros, cuando hemos sacado disco, siempre nos hemos quedado en el puesto 101 de las listas de los mejores 100 del año. Entonces, nunca salíamos en las revistas, nunca salíamos en los resúmenes. Así que estar en ese puesto 101 de todas las listas ha hecho que no haya esa demanda, o esa presencia del nombre en los circuitos de conciertos.
Toño: Cuando nosotros hacíamos canciones “Indies”, no estaban de moda y, sin embargo, ahora los Indies están de moda…
Ya no estáis de moda.
Toño: Ya no estamos de moda nosotros (risas).
Más que llegar tarde, habéis ido como adelantados a vuestro tiempo.
Toño: No sé si adelantados a nuestro tiempo, nosotros hemos tenido muy claro la música y el estilo que queríamos hacer. Eso no sé si va con los tiempos, o no sé con qué va.
Pedro: Nosotros hacemos lo que nos gusta.
Toño: Claro, pero siempre hemos dicho que para determinado sector de público de una determinada tendencia no encajábamos. Por ponerte un ejemplo, para los góticos no somos demasiado góticos, para los Indies no somos demasiado Indies, para los heavys no somos muy duros. Nosotros tenemos que pelear con todas esas cosas en el sentido de hacer lo que queremos y lo que nos sale de los cojones pero sin tener que darle explicaciones a nadie. Si está de moda o si no está de moda, a mí es algo que me la trae al pairo.
Pedro: No tenemos mánager, no tenemos nada. Todo nos lo gestionamos nosotros.
“No tenemos nada”, suena tan poético…
Toño: Además, es que no hacemos canciones que estén de moda. A lo mejor mucha gente piensa que estamos “demodé” precisamente por eso, porque hacemos un estilo de música que ahora ya no se lleva. Con esas influencias, con esos grupos que a nosotros nos gustan tanto, mucha gente diría que estamos pasados de rosca…
Pedro: Cuando hay una canción de seis minutos, Nacho Serrano pregunta: “¿¿seis minutos??”. Lo siento, pero es que en tres minutos no podemos contar las cosas, que es justo lo que quieren las radiofórmulas.
Bueno, las radiofórmulas quieren algo rápido y que se entienda fácil.
Toño: Pero es que los tiempos cambian muy rápidamente. Nosotros somos de una generación en la que antes todo era mucho más masticado, más pausado. Todo lo comentabas, todo lo sopesabas mucho más. Ahora es todo más…
Más urgente.
Toño: Muy urgente.
También está internet, que ayuda a que haya mucha información rápidamente.
Toño: Sí, por supuesto. A nosotros nos ha ayudado. Nosotros somos de una generación en la que no existía internet. Parece que estás hablando del Pleistoceno, pero nosotros teníamos que tirar de amigos, de fanzines, del Melody Maker, New Musical Express, de maquetas, de programas de radio, para saber qué es lo que se cocía por ahí fuera. Claro que internet ha ayudado mucho, a nosotros los primeros, con las redes sociales, para que gente de otros sitios pueda conocer a Las Novias y también para saber que en un momento dado puedes poner una canción o una noticia dada y la gente está ahí. A mí lo de antes me parece que era un esfuerzo sobrehumano. Me parece acojonante que hubiera grupos que saliesen adelante. Con lo que costaba y lo que había que luchar y pelear para llegar con tu maqueta, con tu cinta a una radio…
Y que te hiciesen caso además.
Toño: Claro. Como contrapartida, antes tampoco existía tanta saturación de grupos, ni tanta saturación de conciertos ni de salas. Hace poco hablaba con el dueño de una sala aquí en Zaragoza y me decía que la cosa le iba flojeras y decía: “o cambio de tendencia y me voy al Indie, sabiendo que voy a llenar la sala si traigo a Love of Lesbian o al ‘Pototo’, o si sigo con mi filosofía comiéndome los mocos”. A través de eso, me decía el mozo que ahora hay una saturación porque pillas el listado de conciertos que hay hoy en día y por una parte es bueno porque tienes una variedad para ir donde quieras, pero por otra parte te ves abrumado debido a la saturación. Antes no existía eso. Eso conlleva a que antes hubiese mucho más ardor a la hora de decidir ir a un concierto… porque no había otra cosa. Pero bueno, eran otros tiempos.
Pedro: Y se iban a escuchar maquetas a bares. Era otra cultura musical.
Toño: Eso hila con lo romántico. ¿Te acuerdas del inicio de la conversación? Nuestra filosofía, nuestro concepto a la hora de enfocar el grupo, de hacer canciones, de seguir subsistiendo… Nosotros ya sabemos lo que tenemos. Sabemos que el pescado está vendido. Nosotros hacemos canciones que nos gustan, y hasta que no sepamos que el disco está como a nosotros nos gusta, no le daremos salida, al margen de modas, al margen de tendencias o al margen de mierdas. Tendrá que pasar por el filtro de cada uno de nosotros y decidir. Y en ese momento coger y decir “vale, nos gusta chicos”. Sería el disco que te pondrías tú en tu casa y con el que fliparías. Sí, ya está. A fábrica, tío. Mientras tanto, mientras no nos guste, no. Sé que nos costará un mes más, o dos meses más, pero también sé que para nuestros fans es contraproducente en el sentido de que no verían mucho material. Pero nosotros ya no contamos con ese “tic tac tic tac”, ese reloj que nos marca una fecha.
Óskar: Cada grupo tiene su propia dinámica interna, tiene su propio tempo. Cuando llega el momento de sacar el disco nuevo y canciones nuevas, lo hacemos. No estamos pendientes de que ahora nos toca a nosotros, ahora tenemos que hacer un disco o no. El grupo en sí nos ha impuesto ganas a fuerza de convivir con él durante tantos años. Llevamos más tiempo en Las Novias que sin Las Novias. Forma parte de nuestra propia vida. No es una cosa aparte de nuestra vida, que ahora cogemos y ahora dejamos. Tiene esa autonomía, esa propia inercia que decía la canción.
Toño: Y perdona Carlos, te voy a decir una cosa. PrescIndiendo ahora de todas esas rigideces de cuando nosotros estuvimos con Poligram o cuando teníamos el contrato de distribución con EMI que te exigían en ese momento, nosotros sabemos que sin tener todo eso, ahora es el momento de mayor bonanza del grupo creativo. Ahora estamos en un momento en el cual lamentas no tener el tiempo necesario. Eso es por el tiempo que te absorben los trabajos “alimenticios”, que es muy jodido, pero bueno de algo hay que vivir. Una cosa es el trabajo alimenticio y otra el vocacional. Yo viviría de la música y tal, pero si no fuese por eso, estaríamos ahora en el mejor momento. De hecho, estamos en el mejor momento.
El disco, dijiste, era lo mejor que habéis hecho.
Toño: Falta todavía bastante.
Pero espiritualmente…
Toño: Anímicamente, ahora estamos muy bien.
Óskar: Yo creo que va a ser el mejor disco de Las Novias. Lo que pasa que es algo que no lo valora el grupo si no el entorno que sigue el grupo. Las Novias es nosotros cuatro, más toda la gente que viene a los conciertos, más toda la gente que nos sigue y toda la gente que se molesta en comprar un disco, que se molesta en interactuar contigo a través de las redes sociales. Eso son Las Novias. Si solamente fuéramos nosotros cuatro, no estarías tú aquí seguramente.
Pero mentalmente, y dentro de vuestro ser, estáis muy contentos con esto que va a salir, que es posiblemente lo mejor.
Óskar: Si no Carlos, no estaríamos haciéndolo. Si no supiéramos que vamos a hacer algo mejor de lo que hemos hecho antes, algo que consideramos extraordinario, no estaríamos haciendo el gran esfuerzo que nos supone el ensayar, componer, trabajar. Para nosotros es un esfuerzo desproporcionado a lo que puede ser la lectura económica o lo que pueda ser después la lectura de repercusión. Sabemos que va a tener una repercusión limitada. No hay una motivación más allá, no estamos buscando un fin. Nos dejamos llevar por ese propio medio. Nuestra manera de vivir entre nosotros como colegas, como musiqueros rockeros o como lo quieras llamar, es ahora mismo componer y grabar este disco. Si lo hacemos es porque creemos que es algo extraordinario, si no no moveríamos un dedo, nos quedaríamos en el local ensayando bebiendo nuestras cervezas y pasándonoslo bien.
Toño: Pero fíjate cómo funciona este grupo, que lo que vamos a sacar ahora entronca…
Óskar: Bueno, ahora ahora… (risas)
Toño: Entronca con “Ego”, si quieres, con lo conceptual. Pero era un disco que a nivel de maqueta, cuando lo empezamos a componer, era súper oscuro. Era un disco con unas densidades que eran difícilmente digeribles para nosotros. Era complicado. Llegó un momento en el que nos planteábamos que igual nos habíamos pasado tres cuartos de lo que nosotros, en nuestros gustos, nos habíamos pasado tres cuartos de vuelta. Y pensamos que igual había que darle otro giro a nivel de local, volver a repasar las canciones y tal. Y fíjate cómo somos y cómo planteamos las canciones y cómo planteamos el pequeño futuro de Las Novias, que llegó el momento en el que dijimos que estas canciones pasaran luego por el tamiz de Nacho Serrano y fijo que, desde de ahí, esa oscuridad y esa densidad iban a empezar a abrirse a una luminosidad.
A disiparse…
Toño: Claro, a disiparse. Y de hecho ahora tienen poco o nada que ver con esa oscuridad. Siguen teniendo la gordura esa con la que nosotros -en un principio- las empezamos a pergeñar. Son canciones con ese poso, con ese trasfondo que es tan denso pero que ahora se han abierto mucho más. Es por Nacho, que siempre hace para nosotros de Houdini. Es estar un tiempo encadenado y de repente verse sin las cadenas y sin los candados. Nacho nos ha liberado musicalmente. Es acojonante. Queremos mentarlo especialmente porque para nosotros es la persona que realmente da la salida a estas canciones.
Pedro: Es más, hemos empezado a grabar hace unas semanas. Todo el trabajo de antes ha sido trabajo de estudio de grabar, de mirar, de poner aquí, allá, y darle vueltas y vueltas.
Toño: Eso no lo habíamos hecho nunca. No habíamos ido nunca a hacer las canciones al estudio. Nosotros siempre hemos llegado del local de ensayo ya con las canciones, presentábamos un bloque de equis canciones y ahí había un desecho de otras equis canciones de las que nosotros decidíamos si nos quedábamos con esas diez, nueve, once o las que fueran. Pero nosotros, por primera vez, nos hemos planteado ir al estudio con lo que te decía antes: esa masa gordiana y ver cómo lo trabajaríamos. Es una labor acojonante porque implica y exige mogollón de esfuerzo y un desgaste y un tiempo del que carecemos. Nos podemos dar con un canto en los dientes por poder estar haciendo música a nuestros cuarenta y pico años. No sé si me equivocaré, pero creo que muchos de los chavales que ahora hacen música por ahí, firmarían para sacar esas canciones con sus estribillos, con sus melodías de guitarra de bajo y por ahí. Quiero decir, que existe todavía esa creatividad y existe ese impulso por hacer música y hacerla bien. Sabemos y tenemos ese cajón desastre donde podemos meter lo que nos sobra o lo que intuimos que no va a gustar. Lo tenemos lleno, tenemos un desecho de mogollón de canciones.
Has dicho que, antes de que Nacho tocara las canciones, éstas eran densas y pesadas. Me pregunto si vuestro propio estilo significa un yugo para vuestros discos.
Óskar: La idea es que este disco lo planteamos ya de entrada, diferente. “Ego” habíamos llevado unas canciones y Nacho había sido el encargado de producirlas, tratar de que tuviera un sonido especial que es el sonido de “Ego”. Nosotros y Nacho acabamos muy contentos con el resultado del disco, pero nos planteamos que para el siguiente disco trabajaríamos mucho más en el estudio, que por otra parte es como trabajan los grandes grupos. Esto lo digo hablando dentro del pequeño tamaño -desde el punto de vista de mercado- que son Las Novias, aunque también somos grande en otras cosas. Nos propusimos trabajar como trabajan los grupos grandes. Preparamos unas maquetas, no nos molestamos en el local tanto en hacer los arreglos y terminar las canciones, si no en llevar el concepto con la idea de que íbamos a tener tiempo para trabajarlo en el estudio. Eso es lo que explica un poco el resultado de este disco. Cuando la gente lo oiga va a ver que es distinto a lo de antes. Gustará más o gustará menos, pero es distinto. Van a ver que hay un trabajo enorme, y ese trabajo es un lujo. Es un grupo pequeño teniendo un formato de grabación del máximo lujo. Disponibilidad de tiempo ilimitada, muy marcada por la falta de espacios que tenemos en el día a día para juntarnos los cinco, pero sin prisas. La propia dinámica. No vamos a acabar el disco para sacarlo en febrero, en marzo o en abril. Lo vamos a acabar cuando esté perfecto. Si tiene que ser en septiembre, en septiembre. No tenemos ninguna prisa desde fuera que nos diga acabadlo, terminadlo. Va a ser cuando el propio disco esté.
Toño: Recibimos muy buenas críticas con “Ego” y lo fácil para nosotros hubiese sido hacer una labor continuísta elaborando una especie de segunda parte de “Ego” y haber solventado este trabajo de esa manera. Sin embargo, es lo que dice Óskar, que hemos querido darle la vuelta y ahí está también la labor de Nacho, que enseguida supo que no se podía hacer lo mismo. Sé que habrá gente que, sin que nos vayamos a parámetros musicales muy raros, esperarán que sonáramos más duros, más blandos, más góticos, más heavys o no sé qué. Y aunque no se puede dar gusto a todo el mundo, sí que puedo asegurar que va a haber un número de canciones que ya está en las redes sociales, que serán catorce, en un principio, si no falla ninguna a última hora.
Son muchas para estos tiempos.
Toño: En Facebook se han puesto la mitad de los títulos de las nuevas canciones, con lo cual suman catorce. Esa es la idea del grupo. Catorce canciones, no de dos minutos.
Claro, que igual hay un disco de diez canciones que duran cinco o seis minutos, pero si es un disco de catorce canciones que duran dos o tres minutos…
Toño: Pero si es que no valemos nosotros para hacer un disco de siete canciones. Se nos revolverían las tripas y las entrañas. Nuestro amor propio no nos lo permite. En serio. Me avergüenza que haya grupos que saquen discos con siete canciones u ocho canciones. Me parece que es una estafa y un timo para los que compran discos. Yo compro un disco y me puedo ir a la tienda de delicatessen y puedo comprar una bolsa con siete manzanas que sean de las más bellas de sabor y de todo. Pero mira, los que somos de aquí de la tierra, nos gusta bien comer, bueno y abundante. Para adelante, macho, para adelante. No vamos a andarnos con mariconadas. Nacho siempre dice “¿pero veis lo que dura?”. Pues sí. Nos da igual.
Antes has nombrado a un quinto componente. Me pregunto si ese quinto es porque David Mas ha metido guitarras.
Óskar: Es lo que te digo, Las Novias somos -primero- tres. Y luego tenemos ahora mismo a Luismi, batería, como cuarto componente, que queremos que tenga una continuidad larga, no contamos con él de una manera anecdótica.
Que no os pase como a Spinal Tap con los baterías.
Óskar: Exactamente. Que no nos pase como nos ocurrió con el anterior batería , que no hubo el feeling suficiente como para que continuara con nosotros. Nuestro ideal es formar una banda continua, para trabajar siempre. Es obvio que no es lo mismo que estos perros viejos que llevamos tropecientos años, que alguien que se incorpora. Pero nuestra idea siempre es formar grupo.
Pedro: Siempre los hemos incluido como un miembro más. Para eso nunca hemos sido egoístas en ese sentido. Siempre hemos querido hacer piña. Nosotros somos piña y con Roberto éramos piña, desde el 87.
Óskar: Ahora estamos trabajando de una manera tan estrecha con Nacho que estamos planteándonos incluso hacer algún formato de directo en algún momento eventualmente también con él. De alguna manera, que tenga un grado más de incorporación a lo que sería ese núcleo duro del grupo. A la hora de grabar, el productor es Nacho, pero también David Mas haciendo una gran labor. Además es un musiquero que funciona al doscientos por cien. Es un genio a la hora de trabajar. Yo, como guitarrista, le necesito como tipo para que me filtre los sonidos, que me diga esto sí, esto no. Que me haga de cejilla humana para que no toque las cuerdas que no tienen que sonar en la grabación… Es un tipo en el que yo confío por su oído. Cuando no sé algo, directamente se lo pregunto a él.
Pedro: Confiamos todos, porque cuando yo tengo que comprar algún amplificador o alguna cosa siempre recurro a David.
Óskar: David es amigo desde hace veinte años. No es que esté fichado por el grupo a última hora.
Toño: Esto es un reducto de amigos que se apuntan a hacer música y de repente dicen: “¿qué os parece si de estas canciones sacamos un disco?”.
Los títulos ‘Claroscuro’, ‘Yugular’, ‘De un sorbo amargo’… tienen títulos muy oscuros ya de por sí.
Óskar: Bueno, esa es nuestra marca de nacimiento.
Pedro: Aunque demos un poco de luz, con la música, con algunas cosas, somos lo que somos.
‘Atlas de un corazón escéptico’ es un título que tiene miga.
Óskar: En principio se llamaba ‘Perrea, perrea’ (risas).
Pedro: Y ‘Yugular’ era ‘La mayonesa’.
Toño: En definitiva, no son más que manuales de instrucciones para que la gente sepa qué se va a encontrar luego en las letras. ‘Atlas de un corazón escéptico’ no es más que ese encasillado en el que uno lee el prospecto y ve lo que se va a tomar sabiendo que tendrá contraindicaciones. Traducido no son más que el reflejo de sensaciones y una serie de vivencias, que yo no sé decir de otra manera porque literalmente me costaría mucho. No soy un excesivo buen narrador a la hora de enfocar las cosas de manera literal, pero sí que vislumbro las cosas de una manera opaca convirtiéndolo todo en espejos para que la gente se pueda reflejar en ellas. Eso sí que es lo que pretendo y eso creo que es el fin del fundamento de las letras.
Pedro: Los títulos son como el trailer de la canción.
El título a lo mejor no tiene tanto que ver con el sonido, si no que el título puede enfocar un espíritu de la canción pero no tiene por qué ser lo que vaya a enfocar el sonido.
Toño: Claro, te puedes encontrar, por ejemplo, un título de una canción que puede que de a entender que se trata de algo mucho más etéreo, mucho más liviano o bucólico y sin embargo dentro te puedes encontrar a la bestia más ponzoñosa. Con Las Novias nunca se sabe si eres amigo o enemigo. Y eso incluye a las letras.
El título de “Invicto” es por el aguante, supongo.
Toño: Bueno, “Invicto” significa eso. Alguien que no está derrotado, alguien que está todavía aguantando.
Pedro: Que ha luchado. No puedes ser invicto si no has luchado.
Toño: Sí, que ha luchado y que sigue luchando. Es una simple palabra que resume toda la filosofía del grupo. Refleja muy bien el momento en que nos encontramos cada uno de nosotros. Ese momento de resistencia y de fuerza.
Óskar: Tal vez no tengamos muchas victorias, pero tampoco tenemos derrotas.
Texto: Carlos H. V·zquez.