Martes. Frío y lluvia incesantes en el foro. Tal como pinta lo menos apetecible es salir de casa para ir a un concierto. Siempre he sido de la opinión de que nunca hay que poner peros a ciertas situaciones, da igual que sea entre semana y al día siguiente haya que trabajar. Si tu cuerpo te pide un mínimo de acción, aprovéchalo! Ya habrá tiempo para descansar y rendir cuentas; además, si la ocasión lo merece la recuperación llega mucho antes.
Ante esta “terrible” diatriba me presenté en la Sala Siroco para ver -y después redactar- mi primera crónica para todos los que gusten de estos ritmos tropicales, calurosos y sensuales como ya sabéis, aunque Beatdown sean de Canadá y Upsttemians de Majadahonda -ya me diréis el clima tropical que encontramos por esas latitudes…-. Es lo más bonito del reggae y del ska, su calor traspasa todo tipo de fronteras e inunda de sudor pegajoso todos los rincones.
Por problemas de tiempo de unos de los miembros de los madrileños -¡Ay Javi, el trabajo es un sin vivir!-, comenzaron primero los canadienses Beatdown
Era la segunda vez que se dejaban caer por aquí. El año pasado vinieron con su alter ego One Night Band, cuyo disco Hit & Run fue de lo mejor que se pudo escuchar en el 2009. El concierto fue tremendo. La verdad es que no encuentro la diferencia entre un grupo y otro, me comentan que ahora machacan más con el reggae pero la única distinción que encuentro es que ayer no llevaban vientos. Sin duda para hacer este tipo de música, sobre todo ska, hay veces que no son imprescindibles, basta con tener buen gusto. Asunto fácil de decir pero difícil de conseguir.
Siempre desde su base reggae, algo más sucio (término acuñado por los grandiosos Aggrolites) y crudo que el tocado por ONB, se subieron a las tablas para presentar las canciones de su nuevo maxi cd, titulado también como el nombre del grupo. Tras unos primeros temas de reggae machacones y garajeros – para que nos entendamos todos- y con un sonido bastante bueno , llegaron los calores directamente desde Jamaica, sobre todo al guitarra de bajos, el pequeño Pascal Lesieur, que no paraba de moverse ni un instante. Sin abandonar nunca la isla se trasladaron al lejano Oeste para tocar una de las canciones que más me gustaron de su actuación, Some Say, Western Surf de tablas y pistolas que guardarían por algún bolsillo del bañador. Con Get Ready y su riff del equipo A (¡qué importante es tener dos guitarras!), ya tenían a todo el público metido en el bolsillo — ¿donde las pistolas quizás?-. Al estilo Ramones fueron vomitando sin parar todos sus temas nuevos, intercalados con buenas versiones como Police & Thieves de Junior Murvin e inmortalizada por The Clash y el archiconocido Shame & Skandal. A diferencia del año pasado, la voz del cantante y guitarra Alex Giguere era más rota y desgarrada -con ONB la voz tenía similitudes con las del mismísimo Víctor Ruggiero de Slackers-, que junto al uso de la armónica, a veces excesiva, eran los principales contrastes respecto a su actuación anterior. Con un temazo rozando el reggae-punk y otro al estilo Clash profundo- canción tranquilota con toques balada dub- se llegó al final de la actuación con una versión de Shanty Town de Desmond Dekker y el principal tema del disco de One Night Band, Wait a Minute -motivo por el que quedé prendado de este grupo cuando lo escuché por primera vez-, un reggae soul macarra con una guitarra espectacular.
Llegó el momento de Upsttemians. Lo de estos chicos no tiene nombre, cada vez tienen más seguidores y, a pesar de los constantes cambios de formación -presentaban cantante y trombón nuevos- su calidad no deja lugar a dudas. Era una noche especial para ellos porque, aparte de sus nuevos componentes, también estrenaban canciones.
Los muchachos están abandonando las raíces skatalíticas para ceñirse cada vez más al universo del reggae y del rocksteady. Sin problemas, porque aparte de su nueva, potente y soulera voz también está Adolfo, con su peculiar voz desgarrada y algo cazallera, y Puras, una gran voz pero al que le falta algo de potencia. Empezaron con un ska clásico y con gusto de cosecha propia —Life is a Good- de su maravilloso segundo trabajo, Turn It Up. Los de Majadahonda saben lo que se hacen, siendo, en mi modesta opinión, de lo mejorcito del panorama nacional. La actuación, por problemas de tiempo, fue algo corta pero intensa. Con la tirada de sus temas nuevos, alguno con influencias souleras, tanto en la voz como los estribillos, llegó el turno de sus hits como la preciosa y sensual So Easy (juraría haber visto a los Aggrolites por la sala…) y la única canción que tienen en castellano, Sin Vos, un bonito rocksteady con una letra maravillosa (todo recuerda a algo…). Llegó el momento de la locura con Adolfo cantando Summer y I Need You Baby, ambos de su primer compacto titulado Upsttemians. Estas dos canciones son verdaderos himnos para todos sus fieles y cada vez que suenan se vuelven locos. Normal por otro lado.
El final de fiesta fue espectacular, con versiones de Alton Ellis, Bob Marley —Waiting in Vain- y de los inigualables Blues Busters con su clásico temazo a ritmo de ska Soon You’ll Be Gone. Buenos compositores, buenos letristas, buenos músicos (Culebra, de los mejores guitarras de bajo que he escuchado en mucho tiempo y Micky, siempre dándolo todo con la percusión) y, sobre todo, buenos tipos. La combinación perfecta para llegar a lo más alto! Seguid así!
Había dejado de llover, perfecto para irse a casa con una gran sonrisa en la cara y olvidando que al día siguiente había que madrugar. Y todo esto por 5 ecus con cerveza! Siento los que no fueron, seguro que su madrugón ha sido menos llevadero y más malhumorado que el mío. Las ocasiones nunca hay que dejarlas pasar, chavales!
Texto y fotos: Tío Pauleras