Ni la programación del Concert per a la Llibertat (Concierto por la Libertad) programado en el Camp Nou durante el mismo fin de semana, ni la ausencia de los nombres más mediáticos de la escena musical catalana, desmerecieron un Festival que mantiene una identidad propia tan auténtica que le ha convertido en uno de los eventos imprescindibles de las temporadas estivales en Girona. No se puede hablar de disidentes ni contraprogramaciones pues este no es un acontecimiento para amantes de conciertos para figurar donde la música es simplemente una excusa al servicio de un egocentrismo plural. El PopArb es y será una cita para melómanos y amantes de los conciertos en directo en entornos con encanto especial.
Viernes 28
5.000 fueron los asistentes que pudieron gozar de una edición especial; no por su programación sino por las circunstancias y emotividad que envolvieron a la misma. La fiesta comenzó el viernes con el directo de Pau Vallvé quien ofreció un recital en los jardines de Can Torres, un magnífico espacio habilitado especialmente para este pistoletazo de salida y que acogió un directo tan potente como perfectamente sonorizado. ¿El mejor momento del concierto? Sin duda cuando llegó el momento de entonar la esperada “La vaga general” (La huelga general).
A las 22h toda la acción se trasladó al tradicional espacio de Can Cassó sobre el que se habían montado los habituales dos escenarios con el objetivo de que no existiesen silencios incómodos (y aburridísimos) entre los cambios de backline. A la cita no acudirían El Petit de Cal Eril, una de las bandas más esperadas de la presente edición; a favor de la organización resaltar su gran agilidad al reprogramar, con casi sin tiempo de reacción, la actuación de La Brigada.
El pseudoprotagonismo de la jornada se lo repartieron el rock más descarado de Salvaje Montoya y la indisciplina musical de los componentes de Za!, que comenzaron su concierto a pie de escenario contrario para arrastrar al público tras de sí hasta donde ofrecerían su directo, y que finalizaron la noche con un sinfín de artistas de otros grupos sobre la tarima. Y digo pseudoprotagonismo porque el protagonismo en exclusividad y con mayúsculas fue para Standstill y su nuevo espectáculo; un ejercicio audiovisual basado 100% en su recién estrenado (¡pero recién recién!) disco: Dentro de la luz. La exquisitez sonora que caracteriza a la banda, la increíble voz de Enric Montefusco y su gran trabajo en las artes escénicas y audivisuales convirtieron Can Cassó en lo que se suele denominar como noche mágica.
Sábado 29
La segunda jornada amanecía tempranera para los más madrugadores. Una de las formaciones más interesantes de la música en catalán pero menos reconocida de lo que se merecen sonorizaba el chapuzón del público en las piscinas de Arbúcies: Els nens Eutròfics. Una escasa hora y media después, el Prat Rodó también se sumaba como ubicación para los directos diurnos ofreciendo los conciertos de Bruno Sokolowicz, Súper Gegant, Miquel Serra y Ocellot. En esta ocasión, Can Torres estuvo reservado para el directo de Senior i El Cor Brutal.
Con el sol todavía dominando el cielo de la población, Bremen fue la formación encargada de abrir el espacio de Can Cassó antes de dar el relevo a la formación femenina Santa Rita. Un gran derroche de energía el que ofrecieron estas jovencísimas chicas para comenzar una velada que tendría muchos momentos para la calma con las formaciones posteriores. Algo que no se haría esperar con la alianza artística que han creado Maria Rodés, Martí Sales y The New Raemon con motivo de su álbum conjunto Convergència i Unió. Por si el título no fuese suficiente para mostrar la ironía con la que el trío intenta ridiculizar al partido político catalán del mismo nombre, Martí Sales, líder de Els Surfing Sirles, aprovechó el directo para criticar al partido dirigido por Artur Mas sirviéndose de la sátira, la poesía y, porque no decirlo, de un mensaje tan populista y narcisista que provocó algún silbido entre el público asistente mientras se regocijaba en su ingenio… tímido silbido, eso sí. Contenido interesante, el de su mensaje… lástima el continente.
Para romper con el momento más politizado de la noche aparecieron los chicos de La Habitación Roja, un nombre que parecía haberse despistado entre el resto porque su música está mucho más próxima al indie que se hace en el resto del estado español que no en Cataluña. Abanderados bajo el territorio dels Països Catalans y apadrinados por Santi García (productor de su próximo disco), los valencianos ofrecieron uno de los conciertos más vibrantes y coreados del festival dejando como colofón su recién galardonado tema “Ayer“, Mejor Canción del Año en los Premios de la Música Independiente 2013, y remezclada también por los catalanes Dorian. Humildes y agradecidos, los miembros de la formación se despidieron en beneficio del concierto de Oliva Trencada.
Con la llegada de la medianoche Inspira ofrecieron un sobrio y elegante concierto en el que destacaron 2 cosas: la hermosa voz de su cantante y la elegancia con la que él mismo resumió en una frase lo que Martí Sales había querido transmitir en su espectáculo lírico: “Este es el verdadero concierto de la libertad. Sin política por el medio“. Tiempo después para La iaia y los sempiternos Delafé y Las Florez Azules antes de que Joan Colomo revisionara la radio fórmula con un espectáculo divertido en el que hizo cantar y bailar al público con versiones de canciones como “Bailar Pegados” o “Boys, boys, boys“.
¿La conclusion de todo esto? Que el PopArb es mucho PopArb y, por el bien de la humanidad, esperemos que lo continúe siendo durante mucho tiempo.