Desde hace veinte años siempre que puedo, que es casi siempre, acudo religiosamente a los conciertos que los navarros dan en Madrid y sus aledaños. Y siempre acabo diciendo lo mismo: insuperable. Porque Barricada, como ocurre con AC/DC o Iron Maiden, siempre superan su propio listón, siempre suben un peldaño más en la escalera del buen gusto. Un 30 de junio de 2006 en el alcarreño pueblo de Alovera nos cantaron las cuarenta (canciones); ayer 6 de marzo, en la madrileña sala La Riviera, superaron esa cifra.
Puntuales como siempre, a las ocho y media de la noche los pamploneses empezaban a descargar las dieciocho canciones de su último disco, “La Tierra Está Sorda” , un trabajo cuya línea argumental está basada en una novela de Dulce Chacón. Sin complejos, sin titubeos ni contemplaciones. Empezaban con “Desfilan” , una introducción mitad canción que también abre el disco, para continuar con “Sotanas” , “Hasta Siempre, Tensi” , “Infierno De Piedra” y “La Estancia”, un tema en el que la poesía es su principal punto de apoyo – “y volar contigo, y sentir el calor de tus manos en mis alas” -. Enrique Villarreal, El Drogas, nos introducía con breves y tímidas explicaciones en cada canción. Historias de milicianos y milicianas, de presos y presas, de guerrilleros y guerrilleras, de compañeros y compañeras. Españoles todos ellos, personas todas ellas. En la faceta vocal se alternaban El Drogas y Boni, mientras que Alfredo, Ibi e Iker, hijo de Alfredo que fue un puntal seguro para la banda en la guitarra, en el bajo e incluso en los teclados en esta primera parte del show, eran espectadores de lujo de lo que acontecía en el escenario. La banda disfrutaba y hacía disfrutar al respetable.
“22 De Mayo”, canción que hace hincapié en una de tantas fechas, “Llegan Los Cuervos”, “Es Una Carta”, que narra la relación que tenían por carta los represaliados y represaliadas con sus respectivas familias, “Las Siete De La Tarde”,la historia de una mujer que dio a luz en un montículo sola y sin gritos para evitar que los falangistas le quitaran a su bebé o “Matilde Landa”, interpretada en acústico y cantada por El Drogas sentado al borde del escenario, impregnaban el ambiente de emociones y reconocimiento de una sala en la que no cabía ni la respiración.
Siguen su periplo por el particular calvario sufrido por el bando de los perdedores de esa terrible contienda que fue la Guerra Civil con “Suela De Alpargata”, “Casas Viejas”, que narra la matanza llevada a cabo en esa población gaditana “por querer dar fruto a la tierra” , “Agua Estancada”, “Los Maestros” , con pinceladas de piano, “Pétalos”, – “ya no se puede su lucha olvidar, porque sus nombres recorren el tiempo” -, canción que simboliza la resistencia femenina, “Cierra Los Ojos”, “Por La Libertad” – “que difícil es contar los pasos que se dieron por la Libertad” -, y “Una Lágrima En El Suelo”, con la que despiden la primera parte de un emotivo concierto y con la que, después de agradecer a Iker de Dikers e hijo de Alfredo, su participación y según Enrique “explotación filiolaboral” , nos invitan a una segunda entrega que promete ser inolvidable.
Diez minutos más tarde sonaba el himno circense con la que abren la canción “Sean Bienvenidos” , un tema tan cargado de adrenalina como de intenciones. Luego descargarían “Rojo” , del álbum homónimo, “Todos Mirando” , “Contra La Pared” , “Esta Es Una Noche De R’N’R” , cantada a rabiar por el público, “Sofokao” , “Objetivo A Rendir” , “Písale” , “Deja Que Esto No Acabe Nunca” , “Tan Fácil” , la barriobajera “Esperando En Un Billar” , “A Toda Velocidad” , “Víctima” , – con este tema La Riviera casi se viene abajo -, y “Mañana Será Igual” , introducida como si fueran a tocar “No Sé Que Hacer Contigo” , y que tocarían después de interpretar “Tentando A La Suerte” . Luego vendrían “Lentejuelas” , el himno generacional “Okupación” , “Animal Caliente” , cantado como siempre a capella por el respetable, y el himno de himnos “En Blanco Y Negro” , con el que terminarían, a las once y diez de la noche y después de más de dos horas y media de concierto, la primera de esta segunda parte del show. Para los bises reservaron los temas “La Oveja Negra” , “No Hay Tregua” , “Esta Noche” , cantada por un público siempre entregado y bailando al ritmo que le marcaba la banda, y “En La Silla Eléctrica” para terminar con el himno circense con el que empezaron. Tres horas de concierto donde, cuenten ustedes, descargaron más de cuarenta canciones.
Superar lo insuperable es imposible, aunque imposible es una palabra que no recoge el diccionario de los navarros. Gora Barricada.