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Hablar con Rocío, el cincuenta por ciento de EBS, me traslada a mis años locos, esos en los que soñaba cambiar el mundo con canciones y tocaba en garitos de cien duros, copa incluida, esperando a que un caza talentos con buen gusto y mejor visión comercial las rescatara del anonimato para siempre. Ahora que otros hacen suyas mis canciones y que todavía creo que otro mundo es posible me llena de satisfacción ver como otros, en este caso EBS, han enriquecido y complementado el mío con las suyas. Con sus canciones pero también con su simpatía tan contagiosa como necesaria.
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AMADO STORNI: Rocío, ¿se te cumplen muy a menudo los sueños?
ROCIO PAVÓN: Pues sí, la verdad es que sí (Risas). Desde pequeña estoy en la música, siempre me ha gustado componer y escribir. Es un sueño poder dedicarte a la música con tus propias canciones pero si encima lo haces con la persona que has admirado durante toda tu vida pues imagínate.
A. S.: ¿Sientes, ahora que la popularidad ha llamado a tu puerta, que te alejas un poco más de tus raíces? ¿Queda más lejos el barrio de Orcasitas?
R. P.: Para nada, queda más cerca. Cuando me he ido de gira siempre he echado de menos mis cosas, mi casa. Me he llevado incluso peluches de casa para sentirme más cerca de mi familia.
A. S.: ¿Cómo se pasa de ser fan a ser miembro de EBS?
R. P.: Yo era fan de EBS. Iba a los conciertos, a las radios, a las entrevistas. En un segundo plano. A base de ir a los conciertos me hice muy amiga de Marta y Marilia, aunque con Marta he tenido más relación. Marta se acercaba más a la gente, era menos reservada. Le mandaba mis maquetas en cintas TDK de las de entonces. Sigo conservando el primer álbum de EBS en cinta (Risas).
A. S.: ¿Y como se lleva el cambio de trabajar en el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aerospacial) a tener miles de seguidores y cantar para ellos en un escenario?
R. P.: Es muy distinto. Son los polos opuestos completamente. Es un cambio muy grande. Los cambios vienen muy bien. Para mejor (Risas), y de momento lo está siendo.
A. S.: ¿Te paran por la calle?
R. P.: No, cuando voy con Marta, sí. Le conocen a ella y me dicen: tú eres la nueva (Risas).
A. S.: ¿Qué tal te llevas con Marta?
R. P.: Muy bien, somos muy distintas, la noche y el día, pero nos une el sentido del humor. Nos reímos de las mismas cosas.
A. S.: En vuestro caso, ¿puede más el talento y las ganas de disfrutar que el ego?
R. P.: Si, de momento si. Todo el mundo me dice que ya veré dentro de unos años.
(Risas). Creo que no. Tengo lo pies en la tierra, sé de dónde vengo y lo que soy. Amo la música por encima de todo, no me gusta la fama. Me gusta que la gente me conozca por la música.
A. S.: ¿Cómo y cuándo ensayáis al vivir Marta en Nueva York?
R. P.: Al principio fue complicado. Luego cuando vino a España tuvimos la suerte de que en estudio las voces quedaban bastante bien.
A. S.: En los conciertos, ¿recuperáis las antiguas canciones de Ella Baila Sola? ¿Cuales?
R. P.: Muchísimas. Yo quería porque me hacía ilusión. He crecido con esas canciones y además la gente las pide. “Amores De Barra“, “Quisiera“, “Lo Echamos A Suertes“, “Como Repartimos Los Amigos“,…
A. S.: ¿Sabes qué músicos os acompañan en directo?
R. P.: Gonzalo Santos a la guitarra, Rubén García al teclado, Julio Martín al teclado, Nino Pavone a la batería y Sergio Fernández al bajo. Como músicos son increíbles y como personas les adoro.
A. S.: ¿Crees que este regreso es circunstancial o va para largo?
R. P.: Espero que vaya para largo. Estamos muy a gusto las dos, lo pasamos muy bien y nos reímos mucho. Aunque el panorama musical está muy mal, cuesta mucho, los Ayuntamientos no contratan, no hay dinero,…
A. S.: ¿Cuántas canciones hay de tu autoría en “Despierta”?
R. P.: El disco tiene once temas, cinco son de Marta, cinco míos y otro de Gonzalo Benavides.
A. S.: ¿Que se siente al componer un éxito como el de “Baldosas”?
R. P.: Hay días en los que te sientes incomprendida. Quería hacer una canción que expresara eso. Me da pena pisar las baldosas. Las trato con cariño. Muchas veces hasta que no conoces a las personas no hay que juzgarlas.
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A. S.: ¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta del mundo de la música, ahora que lo tienes tan reciente?
R. P.: Todo lo que estoy viviendo, el escenario, los viajes. Lo que menos me gusta es estar lejos de mi casa y de mi gente.
A. S.: ¿Qué piensas acerca de la situación actual de la industria de la música?
R. P.: A veces las discográficas apuestan por grupos muy comerciales y no por la gente que está empezando. La piratería… Si a la gente le das las cosas gratis no se gastan el dinero en discos. De la música vive mucha gente. Habría que legislar un poco más esa situación. La música lamentablemente se ha convertido en un negocio.
A. S.: ¿Lo comercial está reñido con la calidad?
R. P.: No tiene porqué. Hay grupos que son muy comerciales y muy buenos a la vez.
A. S.: Si tuvierais que elegir una canción de EBS, ¿cuál elegirías?
R. P.: “Lo Echamos A Suertes“. Es la primera que escuché de EBS y guardo muy buenos recuerdos de esta canción.
A. S.: ¿Y una canción de otro grupo?
R. P.: Me encanta Ojos De Brujo y una canción que dice que “quien engaña no gana“.
A. S.: Recomiéndame un disco.
R. P.: Me han impactado muchísimos aunque podría elegir cualquiera de Ojos De Brujo, Bob Dylan, George Harrison o Amaral. Escucho todo tipo de música, desde Deep Purple hasta Meat Loaf pasando por Janis Joplin o Jimi Hendrix.
A. S.: ¿Tenéis fechas para tocar en Madrid?
R. P.: De momento no. Suponemos que para verano saldrá algo. Tocamos el día 8 de mayo en Murcia. Es que ha sido todo muy rápido. Hemos hecho veintitrés conciertos que de momento no está nada mal.
A. S.: Es que veintitrés conciertos es la temporada de muchos grupos.
R. P.: Si.
A. S.: Por último, ¿que consejo darías a la gente que está empezando en la música?
R. P.: Que luchen por su sueño, que no se desanimen y que sean ellos mismos.
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Muchas gracias Rocío por tu música, por tu voz, pero sobre todo por ser como eres. Que el éxito no te cambie. Mucha suerte.
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                                                                                                                                  Texto: AMADO STORNI