Se baja el telón y aparece una nave espacial ovalada, que nos recordaba a la Estrella de la Muerte de Star Wars, empieza a abrirse entre una nube espesa y lasers de colores y la silueta de hombre delgado y con armadura medieval fluorescente sale de ella.
No, no estamos locos, no estuvimos en el primer contacto humano con los extraterrestres, aunque así lo parezca, si no que el 6 de Abril de 2010 aterrizaron en el Palacio de los Deportes de Madrid los alemanes Tokio Hotel.
Hasta doce días de acampada en la puerta del recinto, juegos, risas, que el día del concierto se convirtieron en nervios, e incluso llego a haber desmayos horas antes de que abrieran las puertas. Este grupo que ha generado un fenómeno fan tan fiel, como para que estas chicas pasaran todas las vacaciones de Semana Santa enfrente del Palacio de los Deportes, dieron ayer un curioso concierto que se destacó por luces, humo, fuego, y los extravagantes trajes que vestía Bill Kaulitz (Vocalista de la formación) que recordaban a los vestidos de que suele llevar Lady Gaga o en su momento Prince.
Tokio Hotel nace en el 2003, pero no es hasta 2005 cuando firman con Universal y editan su primer sencillo titulado “Schrei”, que se mantuvo durante siete semanas consecutivas en las listas de venta austriacas. Cuatro años después y dos discos de por medio publican Humanoid, inspirado en sonidos electrónicos y futuristas, que quedaron reflejados en el concierto.
El simple movimiento del foco valió para que todas las chicas empezaran a chillar y vitorear el nombre del grupo; cientos de quinceañeras con pancartas, mangas de red y plataformas, preparaban sus peluches para lanzarlos en cuanto alguno de los artistas saliera a escena.
A las fans sorprendió encontrarse a un Bill Kaulitz renovado, que ha dejado su pelo de punta por un look repeinado con tupé, a los lados se colocaron el hermano gemelo Tom Kaulitz (Guitarrista) y George Listing (Bajista), mientras que Gustav Schäler (Batería) se encontraba dentro de la nave espacial. Entre canción y canción Bill entregó al público algunas palabras de agradecimiento y se atrevió a hablar un poco de español, lo que seguramente produjo algún desmayo más y que muchos osos de peluche volaran. Fue una hora y media de incansable ritmo que acompañó el público cantando sus temas mas comerciales como “Moonsoon”, que dejaron para el Bis, “Ready, Set, Go” o “Dogs”.
Fué un concierto que sin duda sus seguidoras no olvidarán fácilmente.
Texto: Max Calloway
Fotos: Raúl Ranz