Este joven cuarteto ingles acaba de editar un primer trabajo que no podría ser más americano. Después del obligado paso por multitud de clubes londinenses la banda tuvo la oportunidad de actuar como teloneros de los Legendary Shack Shackers, lo que les condujo a la grabación de este Round Our Way de la mano del miembro de la banda de Tenessee y productor, Mark Robertson, en los Stainless Sound Studios en Nashville. Y, como los Legendary Shack Shakers, Burning Condors se encuentran también en esa fina línea que incluye rock, blues, rockabilly y punk.
Dirty Girl Blues da comienzo con un pegadizo y sucio riff que nos anticipa lo que va a llegar. El tema no es sólo un magnífico single, sino que también es la primera muestra — y no la mejor- que nos dan estos londinenses de su personal forma de mezclar el blues de verdad con el sonido punk. No es la primera vez que oímos hablar de estos géneros y su mezcla, pero lo cierto es que esta gente saben lo que hacen y no podríamos citar más de cuatro o cinco bandas que consigan estos resultados. Killing Time, Polka Dot Girl y Honey Trap elevan el listón sustancialmente y, excepto Knockout, que pone el punto lento, todo el disco transcurre por esos mismos derroteros frenéticos. Con cierto caos bien controlado el álbum finaliza con Bringing Back The Blues, cuyo título ya lo dice todo.
Con temas que no suelen exceder los cuatro minutos de duración y en poco más de media hora, Burning Condors se posicionan claramente como la banda destinada a compartir con The Black Keys las mieles del éxito del género. Más blues que ellos y por momentos más inspirados incluso, a los británicos quizá sólo les falte dejar un poco de lado ese pequeño lado indie de las islas que parecen no poder evitar. Eso por decir algo, porque el álbum tampoco deja mucho espacio a la reflexión gracias a unas más que inspiradas composiciones.
Texto: Juan Manuel Vilches
Burning Condors — Round Our Way (2013)1 thought on “”
esta banda es increíble! Black Keys mezclan con Blur, genial!! Me encanta British bands :-)