Con un sol todavía de justicia, – eran las siete y cuarto de la tarde -, salieron al escenario Sunset de Rock in Río los cuatro chicos de Hail. “Are you ready? “, nos gritó un ilusionado Tim “Ripper” Owens. Sabiendo que su objetivo era el de “despertar” a un público ávido de rock, dieron el pistoletazo de salida con su particular versión del tema “Ace Of Spades“, de Motorhead. La guitarra de Andreas Kisser pasaba casi desapercibida mientras que la base rítmica, precisa como una máquina de coser, hacía notar su perfecto engranaje. Las buenas maneras de Andreas no se vieron acompañadas por el sonido que fue simple y llanamente nefasto. Mientras tanto “Ripper” intentaba animar un concierto muy light en el que el público mayoritariamente había asistido al espectáculo sin saber lo que se iba a encontrar.
También acudieron a su cita una animada versión de “Symphony Of Destruction“, de Megadeth, “Territory“, de Sepultura, “Painkiller“, de Judas Priest, con la que el público enloqueció y una preciosa versión de “Balls To The Wall“, de los alemanes Accept, para la que tomó las riendas de la batería, Mikkey Dee, de Motorhead, y que sirvió para echar el telón a la actuación.
En definitiva, Hail es un “supergrupo” de versiones formado por componentes de otros grupos conocidos, como muchos otros que existen en el panorama musical, con un repertorio bien elegido pero que no aporta nada nuevo a la música. Buen sabor de oido, nada más. Permítanme la comparación pero muy similares a cualquier grupo de verbena que aliña los finales de fiesta con ingredientes heavies y metaleros. Eso sí, salvando las distancias.