Parecía increíble, pero Ozzy ofrece ahora su versión más gamberra y juvenil, cuando cuenta con 61 años. El disco Scream, que llegaba como el enésimo golpe discográfico de la estrella aún viva más caótica de la Historia del rock, sorprende por la frescura que aún es capaz de ofrecer este mito del heavy.
Sonido duro, como en Black Rain (2007), pero con mejores temas en conjunto, y mucha originalidad para ofrecer una serie de temas excelentemente producidos e interpretados. Lo cual da dos comentarios: uno, el evidente… Ozzy conoce a los mejores productores y las mejores formas de sonar, así como a estupendos músicos de estudio que le acompañen -como Adam a los teclados, hijo del mítico Rick Wakeman-. Y dos… ¿cuántos arreglos pueden llegarse a realizar para que parezca que aún tiene voz?
Porque a nadie se le escapa que Ozzy está maltrecho, mal de salud y con una voz casi inaudible. Al menos en directo. Pero las maravillas del estudio son las maravillas del estudio… Es lo que se aprecia en este Scream, que echando cuentas sorprende porque es tan sólo su disco número 10 en 30 años de carrera en solitario. A una media de álbum cada trienio, vaya.
Su tono gamberro y enérgico se vive y se demuestra con los 2 temas que abren el álbum, muy contundentes y cañeros, cercanos al estilo de toda su vida, un heavy marcado por el doom de los Sabbath pero también renovado para sonar muy industrial en las guitarras. Hablamos de las canciones “Let It Die” y “Let Me Hear You Scream”, un subidón de adrenalina con toque y espíritu teen, como les decía. Muy gamberro y con el viejo lema del género de rockanrollear, gritar y botar toda la noche.
Con temas como “Soul Sucker” ya reconocemos un viejo Ozzy, con cadencias más pesadas y temas menos dinámicos, aunque con guitarras sucias y metalcores al estilo industrial rock. Su voz, además, suena definitivamente más grave, monstruosa, no buscando tantos guiños sonoros como cuando sus cuerdas vocales se lo permitía.
No hay un segundo de paz hasta el tercer tema, “Life Won”t Wait”, que aunque tiene un estribillo con fondo de cuerda muy eléctrico y tipo stoner, se trata del primer medio-tiempo. Muy bello, por cierto. Yo le veo claras alusiones a “Solitary Shell” de Dream Theater. La sigue “Diggin” Me Down”, que vuelve a suponer un respiro simplemente con su entrada, con guitarras acústicas, dibujando una bella melodía romántica, renacentista, aunque sin dejar la esencia tétrica. De hecho, evoluciona hacia un ambiente de misterio y siniestro. Buen trabajo en esta canción. El más sabbath de todos, quizás, aunque fíjense… me suena a la etapa con Dio más que a la suya.
Con “Crucify” continúa mezclando momentos machacantes con respiros ambientales de aire misterioso, valiéndose de una estupenda interpretación en las guitarras del griego Kostas Karamitroudis, más conocido como Gus G. Muy buenos solos en este tema que coronan una actuación estupenda para crucificarse y después… caminar sin miedo en “Fearless”, otra tétrica y canción doom que olvida el fresco inicio del disco, no por ello mejor ni peor. Es cuestión de gustos.
Sin embargo, lo mejor de Scream es, sin duda, el medio tiempo-balada “Time”, octava canción del álbum. Bella melodía de hard rock con coros épicos al tiempo que rockeros, que recuerdan en exceso al rock wagneriano de Meat Loaf y Jim Steinman. Lo bueno es que descubrimos aquí a un Ozzy muy distinto, en una cara que nunca había mostrado. Todo ello, adornado con un excepcional estribillo, muy pegadizo y conseguido.
Para rematar el álbum, un poco más de metal contundente con “I Want It More”, siguiendo con el clima siniestro y sabbathero aunque con una base de cuerda muy bien producida, como en su anterior LP. Ozzy sigue siendo un maestro en lo que es más importante: sonar bien. El penúltimo tema es “Latimer”s Mercy”, que ofrece más de lo mismo, pero sin conseguir tanto atractivo en su sonar y en la composición.
A modo de despedida, un minuto sonoro llamado “I Love You All”, con acordes beattleianos y una pequeña estrofa cantada a modo de poema sinfónico, ambientado de forma que parece un cuento de brujas.
Como conclusión hay que decir que mala hierba nunca muere. De hecho, el disco ha alcanzado los primeros puestos de ventas en muchos países y arrasa en el sector el rock. Adiós Ozzy, y encantado de comprobar que sigues vivo. Esperamos tu próxima sacudida, viendo que, de alguna forma inexplicable, estás en forma…
CALIFICACION: 7/10
GRUPO: Ozzy Osbourne
TITULO: Scream
DISCOGRAFICA: Epic
AÑO: 2010
Pablo M. Beleña – www.portalesquizofrenia.com
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