Aún no excesivamente conocido en nuestro país, este joven músico americano tiene ya un buen número de trabajos editados desde 2007. Dos años antes gozó de un enorme éxito, gracias en gran parte a la red, con la canción A Drop In The Ocean, escrita junto a su compañero Zach Berkman, y que fue la que le granjeó la fama de letrista especializado en historias de amor.
Con este nuevo trabajo parece haberse decido a mostrar su lado más animado y la fórmula elegida tiene su primer vástago —y bien elegido para abrir el disco- en Lick My Wounds, un tema enormemente pegadizo en el que las voces son la clave y recurriendo a recursos clásicos consigue buenos resultados. Pero la cosa no queda ahí, porque este tipo ha sabido jugar bien sus cartas. Empty Page es tanto o más efectiva que su predecesora. Aunque a partir de aquí vuelve inexorablemente a los mismos caminos con los que ha conseguido el éxito anteriormente, es decir, las baladas cargadas de dejes vocales emotivos y lacrimógenas.
Texto: Juan Manuel Vilches