Tras recorrer los perfiles del power metal de los años ochenta con su anterior trabajo Don’t Fear The Wolf (2010), Kilmara ha evolucionado hacia un heavy más melódico y vanguardista en Love Songs And Other Nightmares, su tercer álbum, que les confirma como una banda sólida que llama con fuerza a las puertas del mercado internacional del metal.
Además de las 12 canciones que lo componen, la producción del afamado Roland Grapow es la otra gran baza de Love Songs And Other Nightmares. El actual líder de Masterplan, amigo personal de los miembros de Kilmara, y ex componente de Helloween, volvió a ponerse a los mandos, como ya hizo en su anterior trabajo. La grabación se realizó en los estudios de Grapow en Eslovaquia, donde reside habitualmente, para desarrollar este álbum más directo, melódico y fresco que sus antecesores.
“Si nuestro anterior disco era una especie de homenaje a bandas como Deep Purple, Iron Maiden, Metallica, Scorpions o los propios Helloween, en esta ocasión las referencias se llaman Dream Theatre, Avenged Sevenfold o Bullet For My Valentine”, expone el guitarrista Jony Portillo. “Hemos creado bases de guitarra más sólidas, hemos bajado afinaciones, tenemos riffs más contundentes y mucho trabajo en melodías de guitarra y vocales”, añade.
Los temas de este Love Songs And Other Nightmares —título elegido por el cantante de origen bávaro Christian Kohl “Wolf”— están basados en experiencias personales, con el amor representado como una adicción tan poderosa como repleta de peligros, tantos como puedan tener el alcohol, las drogas o el juego. “Sin ser un álbum conceptual, sí tiene esa relación entre el amor y la adicción en todas sus canciones”, explica Portillo. Temas como “The Break Up” o “Cold Rain”, que será el primer single oficial, confirman también que Kilmara y Grapow han armado un envoltorio poderoso y eléctrico para arropar unas canciones dotadas de un enorme magnetismo.
Ya se puede escuchar su primer tema adelanto “The Break Up”.
LOCKY PEREZ