Desde su regreso en 2002, el gran predicador parece haber vuelto repleto de fuerzas e inspiración. Porque con setenta años no es normal desde luego la voz que mantiene y que deslumbra en Nothing’s Impossible. Con el aún reciente revival del soul es un buen momento para no sólo recuperar los álbumes clásicos de gente como Otis Redding, Sam Cooke, Isaac Hayes o el mismo Solomon Burke, sino también para acercarse a discos como éste y ver cómo algunos de los grandes siguen por encima de muchas de las actuales promesas —incumplidas la mayoría-.
Por supuesto nos vamos a encontrar en Nothing’s Impossible con un buen puñado de temas propicios para noches de cenas con velas y botellas de vino en buena compañía. Es marca de la casa. Aunque quizá en este trabajo haya cierto abuso y podamos acabar algo empalagados, pero también tenemos temazos como “Everything About You” o “You`re Not Alone”, más en la línea del sugerente clásico “Cry To Me”, que no dejan de sonar actuales aún tomando todos y cada uno de los clichés que el mismo señor Burke ayudó a establecer desde los 60. Sin duda, para muchos uno de los grandes aciertos del disco es el trabajo de Willie Mitchell, posiblemente unos de los productores más legendarios de los 70 y artífice de muchos de los grandes de aquella década. Para otros, seguramente esto no sea suficiente y prefieran volver a ponerse Don´t Give Up On Me o Nashville, de 2002 y 2006 respectivamente, y desde luego dos de los mejores álbumes de Solomon Burke, aunque hayan sido grabados más de treinta años después de su época dorada. De cualquier forma, siempre es un placer volver a escuchar al señor Burke.
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Texto: Juan Manuel Vilches