El cantante Tim Owens, consiguió el sueño de muchos aspirantes a la fama cuando Judas Priest le dieron la oportunidad de su vida al elegirle en 1996 para sustituir a Rob Halford, y no la desaprovechó. A pesar de todos los comentarios críticos que provocó su vinculación al grupo británico, una vez terminada la experiencia y con la perspectiva de la distancia en el tiempo, su elección fue la mejor decisión que pudieron tomar los miembros de Judas Priest. O continuaban con un vocalista en la misma línea que Halford, o no tenía razón de ser. Owens, demostró con su labor en Jugulator (1997) y Demolition (2001), que era el recambio perfecto, aunque fuese de forma interina. En el videoclip de “Burning Hell”, canción perteneciente a su primera colaboración, Tim exhibía sus cualidades con soltura. Owens, estará de gira por España el próximo septiembre con su propia banda.