Nueva formación y nuevo estilo: era el momento de Avulsed. Contemporáneos de sus predecesores, la banda de death metal fue la responsable de acelerar el ritmo del festival a través de sus oscuros temas cargados de speed. No en vano, Dave Rotten, líder y voz de la formación, se jactaba de ser la primera banda de death que había acudido al festival tras 18 años de existencia del mismo. Su repertorio, como no podía ser de otra manera, también significó un repaso a su historia musical, la cual se resume en una numerosa edición de cassettes, vinilos, mini-cd’s y cd’s. Sus ganas y energía parecen mantenerse intactas pero la voz de Rotten ya no es la misma de antaño, perjudicando a unos graves, que ya no lo son tanto, y a unos agudos ligeramente chirriantes. A pesar de ello, conectó con un público entregado, agradeciendo su respuesta con un stage diving sobre los más próximos al escenario.
Quienes si parecen no padecer los estragos del tiempo son los miembros de Muro, auténticos cabezas de cartel de este año. Lapi, Largo, Silver y Julito llevan desde los 80 en la primera división musical, hecho que, sumado a su profesionalidad y constancia, les dota de un sonido en directo que roza la perfección. Y como “es de ser buen nacido…”, Silver se pasó la mayor parte del directo dando gracias al público por la asistencia (que por aquel entonces ya era notoria), y al tiempo: por comportarse y no llover. Porque Muro es uno de esos grupos que ha sufrido las inclemencias de la lluvia en sus bolos de este verano. Eso sí, también se concedió un momento para brindar una alegría verbal por la conquista de la Supercopa de Europa por parte del Atleti, escasas horas antes de su actuación. Entre lo que brindaron a los asistentes: “Muerte Por Muerte“, “Desengancha“, la coreada “Traidor“, “Epílogo“, “La Maldición de Kcor“, entre otras, finalizando con su versión del “Fast As A Shark” de Accept y “Mirada Asesina“.
Difícil lo tuvieron Beethoven R., y no solo por asumir la papeleta de actuar tras los históricos de Vallecas, sino porque el público andaba ya cansado y comenzaba a abandonar el recinto con todavía 2 formaciones por tocar. Como comentaba, la primera en afrontar este hecho fue la madrileña banda de hard rock. A pesar de ello, lograron recuperar el ritmo de la noche, y ralentizar la fuga del respetable, gracias temas como “Loco“, “Ja, Ja“, “Siempre Unidos Por El Rock&Roll“, “No Somos Nada” o “Lejos De Tí“. La recta final del festival reservaba la actuación más divertida de la velada.
exKISSitos, grupo homenaje a KISS, se había “colado” en el cartel a última hora, tras el anuncio de la imposibilidad de presencia de Atlas por motivos de salud. La banda tributo fue recibida con desigualdad de opiniones entre el escaso público que quedaba por aquel entonces. Vuelvo a reiterar que las actuaciones de exKISSitos suelen ser divertidas, y esta no fue menos. Pero también es comprensible que tras los dos bolos anteriores, los más estoicos reclamasen algo mejor que disfraces y pintura sobre el escenario.
Después: el final del evento, desalojo del recinto y clausura de la última edición de un festival que se merece mejor y mayor repercusión, recompensada con equitativa asistencia de público. Porque, en tiempos como los actuales, donde disfrutar de la música cada vez es más complicado para artistas y, en ocasiones seguidores, es de agradecer que a uno le planteen un cartel como los que ofrece el Ripollet Rock Festival… y de manera gratuita.
Fotos: Señora Candy Killer
Crónica: Raül Ruiz