Un par de años después de Let It Burn, la señorita Foster regresa con un nuevo trabajo y un par de nominaciones en su mochila a premios de renombre que seguro le harán el camino más cómodo. Esta vez regresa además con más presencia de composiciones propias, que se echaban de menos en su anterior trabajo, y bajo la batuta de Meshell Ndegeocello en la producción.
Promise Of A Brand New Day no supone una ruptura en su carrera. Foster se desenvuelve magníficamente bien en ese espacio entre el blues, el soul y el pop con composiciones optimistas, pausadas y asequibles a todos los oídos. Y ahí se queda, por mucho que el disco abra con toda una declaración de intenciones, Singing The Blues, y aunque en Let Me Know nos encontremos con Doyle Bramhall II. El grueso de este trabajo está más enfocado en canciones como My Kinda Lover, Learning To Fly o It Might Not Be Right, en las que la voz de Foster copa todo el protagonismo.
El trabajo de Ndegeocello se nota y mucho, porque su sonido se nos presenta ahora mucho más cercano al de gente como Tracy Chapman o James Taylor que al de los primeros trabajos de la propia Foster. Y eso no significa que el resultado sea ni mucho menos decepcionante, porque el disco es francamente entretenido. Simplemente que la dirección que ha tomado es claramente hacia un tipo de composición amable y accesible.
Texto: Juan Manuel Vilches