Que uno de nuestros directores más prolíficos y con más imaginación sienta fascinación por alguien (o algo), debería ponernos sobre la pista de que está a punto de darse un acontecimiento muy especial. Habla de él y nos intriga. ¿Quién es? ¿De qué se trata? ¿Qué ha hecho para marcar así la infancia, la vida entera de un personaje como Álex de la Iglesia?
Palabras como “su autoconsciencia” o “Todo me gusta”, nos permiten fantasear con un misterio más allá de lo que nos es dado conocer. Al menos por ahora. Sigue atento a la pantalla de tu ordenador, porque en breve sabremos más sobre #aquel. Mientras tanto, nos preguntamos como el mismo de la Iglesia: “¿Qué diablos es esto?”.