Si ya de por sí es difícil que vaya la gente a los conciertos, un domingo lluvioso y con frío lo es mucho más, pero a Evaristo Páramos y a sus compañeros de banda les daba igual. Ya tocaron el día antes en el mismo sitio y agotaron entradas, lo cual hizo que el domingo la gente que fue, e incluso repitió ambos días, fueran auténticos seguidores fieles y por lo que se pudo ver en los laterales del escenario también amigos del grupo. Antes del concierto se escuchaba casi por completo el London Calling de The Clash con motivo de su treinta aniversario de su salida.
El concierto empezó a las 20:30 pasadas y duró dos horas aproximadamente sin apenas parar entre tema y tema y es que tocaron ni más ni menos que la friolera de cuarenta temas del tirón, hecho al que muy pocas bandas nos tienen acostumbrados. Alternaron temas de Gatillazo con otros de su anterior y mas legendaria banda, La Polla Records. Sin teloneros, con la sala llena a tres cuartos y con un Evaristo que parecía recién despertado, salido de la cama del hotel y directo al escenario, tanto por su vestimenta como por su cara de pocos amigos. Salió escupiendo al escenario como primera toma de contacto y para dejar claro que esa noche el territorio era suyo, de Los Gatillazo.
El resto de la banda desprendía chulería y actitud punk, y apoyaron al frontman haciendo los coros en los estribillos de casi todas las canciones. Desde el primer momento el sonido fue nítido y definido y es que aunque estemos hablando de un grupo que empezó hace muchas décadas con un sonido un tanto patatero, tras muchos años y muchas tablas se nota la evolución sónica y así quedo reflejado. Sonido actual pero sin efectos de ningún tipo, natural, sin trampa ni cartón, cosa que se echa de menos últimamente en muchas bandas actuales que suenan perfectos en disco pero no saben defenderlo luego en directo. No fue el caso del conjunto de Salvatierra (Álava).
Dieron el pistoletazo de salida con “Crónicas de un cerdo” perteneciente de su último disco Siglo XXI, continuaron con “Mucha muerte” para dejar paso a la “La última patada” también de su último trabajo pero muy coreada,y llegó el turno de “Lucky man for yoy” canción en la que las primeras filas se volvieron locas bailando y coreando este tema mítico donde los haya de La Polla. Al acabar empezó el bajo que marca el comienzo del siguiente tema “bla-bla-bar” con un Evaristo que en todas las canciones bailaba y se metía perfectamente en el papel interpretando cual actor todas las letras de sus canciones. Siguieron con “guerra social” de su disco Sangre y mierda , tema rápido y directo para dejar al público con ganas de más y así lo hicieron con “Nº1 en USA” tema mas rocker y festivo, luego tocaron “Torturas” y “Odio”.Después de un mini descanso vendrían “Perro policial”, “Vendido” y “Sangre y mierda” con su particular punteo del principio.
En todo momento se vio a un grupo entregado, muy unido, conjuntado y fusionado con Evaristo provocador, escupiendo y poniendo caras insanas, tirando cerveza al público e incluso fumando cigarrillos de la risa gracias a alguien que se lo lanzó desde abajo y que más tarde se lo pasaría de nuevo jugando con él como si fuera una pelota. A partir de ese momento se abrió la veda y buena parte del público empezó a fumar, cuyo humo de los cigarros consiguió que no hiciera falta que la sala proyectara los tubos de humo del escenario para el grupo.
El ritmo del concierto iba aumentando poco a poco hasta lograr que el legendario frontman se tirara en numerosas ocasiones al público. Después se avecinaban mas temas de repartir mala baba a raudales como “Kapitalismo”, “Pijos Powers”, “La jota de la derrota”, “Bogui-bogui”, “Kon perdón” o “Txus” otra clásica canción de sus tiempos más primarios de La Polla y “Chica V.I.P” . La gente que bailoteaba y coreaba los temas provocando caídas y pogos ya se subían al escenario casi sin control, de hecho alguno se subió más de la cuenta.
Otro descanso tocaba para luego dar bienvenida a otro pase de siete canciones durante el cual se oía a alguien gritando y preguntando por el pequeño Nicolás, no habría mejor lugar para buscarle imagino, lo que provoco una risa generalizada. La recta final del show estaba formada por temas como “Siglo XXI”, “Deja de fumar”, “Presuntos” o “Johnny” tema en el que los asistentes se vinieron de nuevo más arriba aun si cabe cantando el tema casi al unísono y tras unas pocas canciones más, terminaron con otro tema mítico y de letra actual “Odio a los partidos”.
En definitiva, un concierto muy intenso y divertido y es que Evaristo y los Gatillazo vinieron a demostrar que el punk no está ni mucho menos muerto y que sus letras suenan más frescas que nunca. A pesar de haber sido escritas hace mucho tiempo, el pueblo llano e incluso algún personaje político de moda cita a Evaristo en sus entrevistas como referente por tener unas letras y un mensaje directo, polémico y adaptado a la situación actual.