Potencia, intensidad, sudor y fuerza. Un concierto de Narco es como meterse una raya de hora y media, sin que la rabia, los gritos o los graves te cedan un sólo momento de pausa. La crudeza de los temas de ayer y la cuidada composición de los de hoy se entremezclan. Y no importa: porque suene lo que suene, de Narco siempre quieres más.
Porque no es sólo la energía descontrolada, es la perfecta coordinación con la que esta banda de seis miembros interpreta en directo un estilo tan violento y arriesgado. Son pura explosividad y ni aún así fallan una. Platos, cuerdas y batería suenan sin absolutamente ningún desliz apreciable, y cantan dos voces a las que ni los saltos, ni el alcohol ni los constantes espontáneos parecen desconcentrar lo más mínimo.
Todos nos preguntamos cómo la voz de Vikingo continúa soportando esos gritos hardcoretas durante todo un concierto, aunque puede que la botella de whiskey a palo seco a la que estoicamente dio cuenta durante la sesión del 28 resultase una ayuda formidable.
Narco son psicotrópicos. Cuando te quieres dar cuenta estás tan dentro de su música (y su mundo) que por tu sangre corre la más despectiva aversión a las hermandades de Sevilla y su monopolio cultural. Porque Narco son los mayores representantes de la descalificación elegante. O burda y directa, pero el caso es que insultan como nadie.
Mención especial a los nuevos temas, que parecen estar programados específicamente para el directo. Narco escribirá sobre drogas, asesinatos, ácidos y portarse muy mal, pero la banda sabe aplicarse perfectamente lo aprendido de un disco a otro. Y la verdad es que las canciones de ‘Dios Te Odia’ funcionan todavía mejor que las del ya mítico ‘Alita de Mosca’, si cabe. “Asesinato, alcohol y ácido” es una bomba, al igual que “Caballo loco”, “Carnicería en la Romería” o el innovador “Por el Estrecho”. El público se volvía loco en una Independance próxima al lleno absoluto y a la más incontrolable euforia.
Férreos, directos, como un latigazo cronometrado que cuando te quieres dar cuenta ya ha dejado cicatriz y se ha ido. No nos encontramos sólo ante los pioneros del rap metal en nuestro país, sino ante uno de los mejores directos de hardcore que ahora mismo puedes ver en España, arrasando con todo desde Sevilla.
Crónica Narco — Sala Independance, Madrid 28/2/151 thought on “”