Con más o menos acierto toda la discografía de esta banda de Indiana ha sido siempre conceptual y su nuevo trabajo no es una excepción. De alguna forma parece que Adam Turla -como principal compositor- necesita una temática sobre la que fundamentar sus canciones, y no le ha ido mal. Son ya unos cuantos años y un puñado de discos cuya calidad nunca ha decaído.

Big Dark Love tiene en su título bien descrito el tema elegido esta vez: el amor, pero con ese punto lúgubre y oscuro que caracteriza gran parte de la trayectoria de la banda. Como si hubieran estado escuchando toda la discografía de Nick Cave últimamente. I Shot An Arrow comienza sin despegar del todo, sosa, pero afortunadamente el ritmo del álbum remonta con Strange Eyes, Dream In Red y Solitary One, en las que ya encontramos gran parte de lo que ha hecho de la banda lo que es ahora.

Un trabajo bien hecho, pero con poca capacidad de permanecer mucho tiempo en la memoria. Si fuera el debut de una banda seguramente estaría diciendo otra cosa, pero es que esta gente nos tenían bien acostumbrados con discos como Who Will Survive and What Will Be Left of Them, In Bocca Al Lupo, Good Morning, Magpie o incluso Bitter Drink, Bitter Moon. Simplemente pueden hacerlo mejor.

Texto: Juan Manuel Vilches