Me apetecía mucho disfrutar de Espirituosos en directo desde que escuché su primer y hasta ahora único disco que se llama “Swing tabernario para calaveras”, y que contiene eso precisamente, swing bien combinado con pinceladas de otros estilos y fuentes musicales como es el rock and roll más sucio o el blues, dando un resultado fantástico pero difícil de asimilar a la primera escucha, algo lógico, si tenemos en cuenta que no hacen lo que se puede decir una música para todos los gustos.
Para abrir la noche teníamos a Igor Paskual, algo que añadía atractivo a la noche para todos los que crecimos disfrutando de ese vicioso glam rock que hacía con su banda origen como eran los asturianos Babylon Chat que pesonalmente creo no tuvieron el éxito merecido. Trás esa aventura se metió como guitarrista de Loquillo, con los que actualmente está, y además se está dedicando a su carrera en solitario firmando brillantes composiciones y fabulosas actuaciones como la que vimos esta noche.
De entrada hay que decir que Igor es un verdadero animal de escenario, dejándose la piel tema trás tema que están empapados en buen rock and roll y directamente emparentados con el rock americano de exquisita factura y llenos de potencia y energía. Creo no equivocarme si afirmo que todavía no tiene un trabajo editado a nivel oficial en solitario, pero lo que no hay duda es de que canciones como “El peor novio del mundo”, la inicial “Música para traicionar” o “Chica de gama alta” emanan actitud rockera y chulería por los cuatro costados que es realmente lo que nos engancha y gusta. Deseámos con ansiedad un disco para devorar y no dejar ni los huesos. Una actuación de quitarse el sombrero.
Con Espirituosos disfrutamos de otro buen concierto, aunque tengo que reconocer que me gusta más cuando sacan a la luz su sonido más sucio y rockero como “En mi pantano” o esos sonidos canallescos de “Miénteme” y“De corazón” que me parecen simplemente fantásticos mientras que otros momentos no me enganchan como es el caso de “Autosuficiencia”, la versión de Parálisis Permanente, o “La timba”, y no por falta de calidad, sino por mis gustos personales. Independiéntemente de esta opinión hay que reconocer que el grupo tiene calidad por los cuatro costados y que encima de un escenario suenan compenetrados. Su apuesta musical es alta, sobretodo teniendo en cuenta que nos son sonidos habituales en nuestro país. Una buena banda que deseo pueda mantenerse y llegar a más oídos que se lo merecen.
Texto y Fotos:Charly Rock and Roll