Más de 30 años lleva ya el señor Landreth tocando todo tipo de palos: el zydeco, que ha sido una de sus especialidades, folk, rock, algo de jazz y mucho blues. Sin embargo, llevaba ya unos cuantos años sin editar un disco puramente bluesero, aunque siempre aparezca de una forma u otra en sus discos, y este año por fin ha tocado.
Bound By Blues tiene todo lo que se espera de un tipo que maneja el instrumento como Landreth: riffs enormes, solos comedidos e intensos y un estilo absolutamente personal que ya no deja traslucir sus influencias, sino que les rinde tributo. Literalmente además, porque tira de clásicos, como Walking Blues, que popularizó Robert Johnson; It Hurs Me Too, de Tampa Red, aunque más conocida por la versión de Elmore James; o Cherry Ball Blues, del gran Skip James, entre otras. A su favor hay que decir que entre tanta leyenda del blues Landreth consigue que sus propias composiciones destaquen en el disco, como la que da título al disco o Firebird Blues.
Sonny Landreth no parece tener la misma repercusión, al menos en nuestro país, que otros músicos de blues actuales y quizá sea porque su estilo slide, heredero del blues del Delta, no goce del mismo interés popular que otras vertientes. Pero este señor es sin lugar a dudas uno de los músicos de blues más completos que podemos encontrar en la actualidad y este nuevo disco la mejor muestra desde aquel tremendo The Road We’re On de 2003.
Texto: Juan Manuel Vilches