Hace poco más de cuatro años que Sharon Bates nacía, como idea primigenia de unos chavales de Valladolid con las ideas muy claras y un sonido fresco y desenfadado. Desde entonces acumulan muchos conciertos, un cambio de formación, una progresión de estilo y el reconocimiento del jurado en varios concursos nacionales.

Hoy, el espíritu es el mismo. “Es un sonido fresco, muy actual, muy bailable”, nos comenta Cristian, cantante y compositor. Hoy la banda está formada por Daniel Peñalba, Javier Hernández, Sergio Villar y un cantante que nos concedió unos minutos para hablar de la evolución de Sharon Bates, que ya ha presentado su primer disco de estudio y algunos potentes bombazos audiovisuales en la red.

“Dirigido por Adam Smithee” es su primer larga duración, compuesto y grabado con la nueva formación, que ya tiene dos años de historia compartida a sus espaldas. “El primer concierto que dimos los cuatro juntos quedamos en el tercer puesto de un concurso, y eso que era la primera vez que incluso el bajista cogía un bajo. Quedamos en esta posición entre bandas muy potentes, por ejemplo, Cosmosoul. Luego ganamos el Ondarock, el Wolfest de Joy Eslava…” Una retahíla de reconocimientos amparan la consistente evolución de esta joven banda de rock castizo y elegante. Pregunto a Cristian qué concurso cree que les ha marcado más, y responde sin dudarlo que el Vallisoletano Ondarock: “Fue interesante porque nos permitió grabar el disco en el estudio que queríamos con una importante ayuda económica, lo que nos permitió poder invertir en otros aspectos del álbum”.

Ese aspecto son los videoclips. El pasado 2013, Sharon Bates se convertía en la primera banda española en publicar un videoclip profesional grabado en 360 grados, interactivo y navegable para el usuario. Toda una revolución para una banda en ascenso. Y hace tan solo unos meses, llegaba a Youtube Mil Intentos. Un videoclip de cosntatable calidad grabado con Mauri Galiano, reputado director que también ha trabajado con grupazos como Dover o Izal. “Me gustaría mucho hacer un nuevo vídeo de la misma calidad en este disco. Incluso tengo la canción pensada. Lo que pasa es que bueno, hay que hacer cuentas”, calcula, pensativo, Cristian. No es fácil avanzar entre una industria discográfica salvaje que no apuesta por los nuevos talentos.

“El tema audiovisual es esencial, porque es muy inmediato pinchar a un link de Youtube y poder escuchar un single al instante. Por desgracia, sobre todo para nosotros, la gente ya no compra discos, sino que consume canciones o vídeos. Y lo que no hay que hacer es ponerlo difícil. Y si puedes currarte un buen vídeo para lo que tu piensas que es una buena canción, hazlo. Para que la gente con un click pueda tenerlo en cualquier sitio, en el ordenador, o en su tablet o móvil. Hay que volverse instantáneo.”

Su pasado suena a rock estatal, a reminiscencias de Pereza y Los Ronaldos. “Empezamos siendo un poco más rock nacional, rock madrileño que digo yo. La anterior formación era más estilo nacional, y ahora aunque seguimos cantando en castellano, tiramos más a un estilo de influencias británicas, tipo Artic Monkeys, Muse, Héroes…” Le pregunto por sus influencias personales: Yo personalmente me quedo con el sonido británico, no lo puedo evitar. Es mi perdición: yo soy de Sir David Bowie. Y por supuesto me tira más el rollo eléctrico —dice convencido- lo de tocar en acústico es una circunstancia”.

El universo de Sharon Bates gira, deliberadamente o no, en torno al epicentro del séptimo arte. Tanto el nombre de la banda como el de su primer trabajo hacen alusión al cine. “Es por coincidencia espacio-tiempo – aclara Cristian-. La última época que viví en Madrid estuve estudiando guión para cine y televisión. Tenía muchas ideas en la cabeza, y en las canciones metí un poco ese rollo. Es un poco el concepto que tiene este disco, pero no es vinculante, en el siguiente podríamos hablar de cualquier otra cosa”.

Pero si Adam Smithee era el nombre comodín utilizado en Hollywood para dirigir las películas anónimas, no sucede lo mismo con estos chicos. Tienen muy claro a dónde quieren llegar y cuales son sus objetivos: “Al principio empiezas más a lo loco y después de los conciertos sueles acabar borracho (aunque eso sigue pasando ahora a veces) -ríe-. Pero siempre nos hemos tomado el grupo muy en serio, y ahora más. No somos tan jóvenes como parecemos, y no tenemos edades para andar perdiendo el tiempo. Tenemos muy claro lo que tenemos que hacer.

Y claro que tienen ilusiones. Le pido que sueñe un poco, que se atreva con un festival que les encantaría encabezar algún día. Suenan Sonorama, Ebrovisión, el todopoderoso FIB. “Pero vamos, que si nos piden ir a Glastonbury no nos íbamos a negar.” Ríe.

Sharon bates se ha ido gestando entre locales de Valladolid y viajes habituales a la capital, donde se han ido haciendo oir de manera cada vez más fuerte. Le pregunto por la situación de su ciudad de origen, donde los problemas para conseguir tocar en directo si eres novel son más que reconocidos: “En Valladolid a priori es muy complicado despegar, porque no hay sitios donde tocar. Por lo menos para la gente local. Si tienes 18 años y montas una banda no te puedes permitir pagar 300 euros para pagar el local y el técnico. Hace falta un circuito de locales más pequeños en los que tú vayas con tu banda, enseñes tu música, y vayas rodando para que luego poco a poco puedas ir a sitios más grandes. Esto hasta ahora por lo menos no lo ha habido, o no lo hemos vivido, y por eso hemos tenido que venir siempre a Madrid. Una vez al mes, cada dos meses.”

“Es una lástima que pase esto, en Valladolid hay muchos grupazos. Recalca. “Hay grupos muy buenos, lo que pasa es que todo el mundo se acaba yendo. Me gustarán siempre Sin Arreglo, que además son como hermanos nuestros. Y son musicazos, muy muy buenos. También me gustan mucho The Cosmic birds, es una banda indie que genera muy bien las atmósferas, o Lizard pants. De Madrid podemos poner como ejemplo a Kitai, que si no lo están haciendo ya, lo van a petar muy fuerte dentro de poco.”

Hacen música para la gente. “No estamos hablando de la paz en el mundo en este disco o de los transgénicos. Yo creo que más que un mensaje a transmitir lo que hacemos es hablar de cosas un poco cotidianas, de sentimientos que podrías tener tú o cualquier persona que se ponga los cascos por la calle. Que escuche la canción y diga “Joder, yo es que hoy al levantarme me he sentido así, o he pasado por la misma situación”. Es muy importante, porque haces que la gente se meta dentro del disco. Es como hacer la música para la gente. Es importante ser capaces, o al menos intentar, que la gente se involucre con las canciones.

A la vista, la banda tiene muchos conciertos. El 6 de noviembre estarán en Santiago de Compostela, y un día después en Vigo, en la Fábrica de Chocolate. Después estarán en el FNAC de Callao, antes de volver a su ciudad natal donde prometen montar un concierto especial en el Espacio Joven de la ciudad (el 20 de noviembre). El 21 de noviembre volverán a un FNAC (Parque Sur de Madrid), el 11 de diciembre estarán en la Sala Costelo, y cerrarán la gira de 2015, a falta de nuevas confirmaciones, en la Casa de las Musas de Burgos el 18 de diciembre. “Nuestro directo es muy, muy bailable. Con muchas sorpresas además, porque metemos instrumentos no usuales en un directo, para hacer por ejemplo interludios o introducciones clásicas. Somos un grupo con mucha personalidad, y eso se nota a la hora de cantar de tocar y de hacerlo todo.”

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