Ha sido un año terrorífico para la música, pues hemos tenido que decir adiós a demasiada gente en menos de 12 meses. Al mismo tiempo, van pasando los otoños, los inviernos, las primaveras y los veranos desde la marcha de otros tantos. Este 29 de noviembre marca el 15º aniversario de la muerte de George Harrison.

El más joven de los Beatles perdió la batalla contra el cáncer de pulmón en 2001. Lo hizo en una casa propiedad de Paul McCartney, en Los Ángeles, rodeado de su familia y después de haberse despedido del dueño de la casa y de Ringo Starr. Y lo hizo también dejando un legado musical de indiscutible importancia y trascendencia, si bien le costó lo suyo que sus compañeros de banda le tomaran en serio como letrista.

Pero el tiempo pone a cada uno en su sitio, y George consiguió brillar en más de una ocasión con unas composiciones ante cuya calidad tuvo que acabar rindiéndose el tándem Lennon-McCartney, como “Something“, “Here comes the sun” o “While My Guitar Gently Weeps“. Su virtuosismo como guitarrista merece un capítulo aparte, con unos inconfundibles riffs que pueblan toda la discografía beatle y sin los cuales no sería la misma. También tuvo un papel determinante en la entrada de las sonoridades orientales que marcaron la era psicodélica de los Beatles.

Disuelta la banda de Liverpool, George siguió desarrollándose en todas estas facetas, aunque con un recorrido un tanto irregular pero no por ello carente de grandes momentos, capitaneados por su insuperable “My Sweet Lord“. A finales de los ochenta volvió a disfrutar de la música en compañía, publicando dos discos junto a Roy Orbison, Bob Dylan, Tom Petty y Jeff Lynne bajo el nombre de The Traveling Wilburys.

Recordamos al beatle “tranquilo” tras haber buceado un poco por su cancionero, para ir más allá de sus temas estrella:

OLD BROWN SHOE

De todas sus aportaciones al historial de The Beatles, probablemente esta -una de sus incursiones en el blues junto a “For You Blue“- sea una de las más subestimadas. A pesar de haberse publicado en una época en la que ambas caras de un single merecían la pena, su condición de cara b del “The Ballad of John and Yoko” (1969) de Lennon la convertía en una injusta “segundona”. Sonó por primera vez durante las sesiones de grabación de Let It Be, pero fue en las últimas, las de Abbey Road, cuando cobró vida. Se puede encontrar en los recopilatorios Hey Jude/The Beatles Again, 1967—1970 (el famosos disco azul) y Past Masters, Volume Two.

ALL THINGS MUST PASS

Su debut en solitario puede quedar muchas veces eclipsado por su gran protagonista, “My Sweet Lord“, pero el triple álbum (el primero de esta extensión publicado por un artista en la historia del rock) con el que se estrenó, All Things Must Pass (1970), está repleto de joyas: “Beware of Darkness“, “What Is Life“, “Isn’t It a Pity” o el mismo tema que le da título.

ALL THOSE YEARS AGO

Su noveno trabajo, Somewhere In England (1981), fue el producto de un parto largo y complicado. George, a quien la industria le hastiaba cada vez más, tuvo muchos problemas con su sello, lo cual fue retrasando la salida del disco. Tan harto terminaría que, de hecho, este es el penúltimo título -le siguió Gone Troppo en 1982- que publicó antes de tomarse un descanso de cinco años. El álbum, que no fue su mejor creación, se benefició bastante de la presencia de este homenaje al entonces ya desaparecido John Lennon. Ringo, Paul y su mujer Linda participaron en la grabación del tema.

HANDLE WITH CARE

Con The Traveling Wilburys no había problemas de egos, pues en todas las canciones figuraban los cinco componentes como autores, pero en este caso la idea le vino a George. Aclamado e inolvidable tema que abre el debut del supergrupo, The Traveling Wilburys Vol. 1 (1988), vino acompañado de un videoclip que supuso la última aparición de Roy Orbison, quien falleció en diciembre de ese mismo año.

ANY ROAD

Compuesta en 1988, no fue hasta 2002 cuando vio la luz, dentro de su álbum póstumo, Brainwashed, completado por su hijo Dhani y su gran amigo Jeff Lynne. Además de ser el último sencillo editado bajo su nombre, fue la canción que interpretó en directo en su última aparición en televisión. Fue en 1997 junto a su también fiel compañero Ravi Shankar.

Para revisar estas y demás composiciones de Harrison, escucha esta playlist.