Primer largo de este trío madrileño con unos cuantos años de experiencia en diversas bandas, que practican rock instrumental alienígena, como ellos mismo se definen. La parte alienígena no está mal pensada desde luego, porque los efectos y la pequeña ayuda informática que usan dan ese toque “espacial” tan explotado a fines de los 80. Sin embargo, es la influencia desértica la más notable desde los primeros compases, reconociéndoles que han sabido exprimir aquel sonido patentado por Kyuss y compañía para desarrollarlo con estructuras más complejas y desarrollos intrincados. Unas estructuras que, aquí bajo el manto del stoner, son herederas de bandas como Atheist o Coroner, quienes dieron con la clave perfecta para aunar complejidad y rock en su vertiente más thrash.
Siguiendo con las odiadas comparaciones —pero a veces necesarias para hacerse una idea del sonido de una banda nueva- el álbum comienza con un guiño a la banda de Tony McPhee, lo que deja claro sus orígenes. Complicado pensar en mejor referencia. Blast-Off y Rearm Machines comienzan recordando bastante a Karma To Burn, quizá una de las bandas que primero se nos viene a la mente en una primera escucha. Sin embargo, el componente psicodélico de Sequence The Silence es mayor y más cercano en sus momentos más lisérgicos a Frank Zappa. A partir de aquí vamos a disfrutar de una sucesión continua de riffs perfectamente acompañados de una sección rítmica que aporta la base perfecta para unos temas muy trabajos a nivel compositivo. Que nadie se llame a engaño: el protagonismo guitarrero no es ni de lejos cercano al casposo mundillo de los guitar hero (no citemos nombres) y sí a cualquiera de las bandas mencionadas.
Es una alegría encontrarse cada vez más a menudo con bandas como ésta en España (Moho, Warchetype, Monkeypriest, Orthodox, Viaje a 800, Cuzo y muchos más) y ver como poco a poco van quedando atrás unos años en los que poco más que dragones y princesas poblaban el panorama patrio. Una pena, eso sí, la poca información que aportan en su myspace. A juzgar por algunos vídeos que aparecen no dudan en pedir colaboraciones muy interesantes para sus directos, lo que desde luego es un aliciente importante a la hora de presenciar sus conciertos. Se queda uno con más ganas de verlos y de saber de ellos.
Texto: Juan Manuel Vilches