“No sé cómo voy a voy a hacerlo, cuando estoy sentado me encuentro mejor, pero dar todo el concierto de pie… no sé qué tal saldrá”. El que decía estas palabras era Fran, guitarrista de Estereotypo, el sábado pasado en Zaragoza. Y no era para tomarlas en broma: Fran se había puesto enfermo del estómago el jueves anterior, tanto que la banda de música Indie se vio obligada a cancelar el concierto del viernes en Pamplona y lo de tocar al día siguiente en la capital aragonesa estuvo en tablas hasta la última hora del mediodía. No obstante, hubo suerte para el centenar de fans del trío cántabro, ya que no sólo se hizo el bolo sino que encima lo que se vivió en la Sala López fue un auténtico espectáculo de ritmo, locura, risas y buena música.
Estereotypo, la formación cántabra que está pegando cada día más fuerte con su mezcla de Pop, Rock y Electro, rindió homenaje a la Pilarica durante sus fiestas de la mejor manera que saben: tocando y armando un buen jaleo sobre el escenario. “The Iphone Song”, con David (guitarrista-bajista y voz) berreando por un altavoz, fueron el pistoletazo de salida de uno de los conciertos más adrenalínicos que Zaragoza recuerda.
El público, de primeras, no acababa de arrancar, pero Estereotypo no vende música sino espectáculo. Y David y Fran con sus saltos y bailes, junto a Sergio a la batería con ese incesante agitar de melenas, pusieron a todos los asistentes a pegar botes en menos de media hora. Desgranaron temas que cada día suenan más a himno, con sus pegadizos estribillos, como en “Drop a Line” o “The Big Fake”, del que acaban de sacar videoclip. Sorprendieron con la versión del “Love me Do”, preparada para un disco homenaje a los Beatles que saldrá próximamente, y cautivaron a hombres y mujeres con las sonrisas y el buen rollo que nos transmitieron durante su más de hora y media de actuación con cortes tan optimistas como “City of Night” o “I Want More”.
Y es que este trío sabe cómo cautivar y cada uno sigue su papel al pie de la letra. Sergio, con esa aparente ingenuidad y sentido del humor que gasta con sus fans cada vez que hay una pausa; Fran, de cuya enfermedad no quedó ni rastro, inmerso en el sonido de su instrumento y ofreciendo su yo más serio y misterioso salpicado por tímidas sonrisas de vez en cuando que hicieron enloquecer a las niñas —y no tan niñas- de las primeras filas, y David, protagonista indiscutible, saltimbanqui y posturero de raza, explotando esa química tan especial que le une con el público y que no todo front man sabe lograr.
Y como prueba de esa buena conexión que todos tienen con sus seguidores, quisieron compartir con ellos algo muy especial, pues era el cumpleaños de Sergio y sus compañeros le habían preparado una sorpresa: unas velas encendidas y una botella de champán que descorcharon y compartieron con los afortunados de las primeras filas.
Desde el punto de vista técnico, Estereotypo convenció por su versatilidad, dado que, siendo sólo tres, se reparten las labores, teniendo a David a cargo de voces, guitarra y bajo, los cuales alterna sin ningún problema, Fran centrándose en las seis cuerdas también y en los teclados, y Sergio haciendo coros además de aporrear los parches. Y todo sin fallo, al igual que el sonido, muy preciso gracias a la labor de su técnico, Helios Vega, imprescindible allá donde la banda vaya.
La recta final del concierto fue una auténtica fiesta en la que, entre otras cosas, el grupo consiguió que toda la sala se tirara al suelo para bailar. Los bises fueron largos y también con sorpresa, ya que miembros de la banda maña De Vito, que son amigos de los cántabros , se subieron a animar —aun mas- el cotarro. Los temas finales fueron algunos de los más queridos por los fans: “Electro Funky Party”, “Pleasures” y “Hey Boy”, que pusieron la guinda final a uno de los mejores conciertos que servidora ha visto en todo 2010. No os perdáis a estos chicos, que cada día escalan más peldaños hacia la cima del éxito. Lo merecen, son un verdadero show, pero cuidado con ellos, ¡te pueden volver loco con semejante descarga de energía!
Texto y fotos: Lola Hierro