El pasado 9 de marzo Madrid volvió a ser la capital mundial del trance por un día. Dada la escasa popularidad que tiene este género electrónico en España cuando esto ocurre es algo excepcional, pero cuando lo hace es algo increíble. La última vez que una ciudad española lo fue sucedió en el Medusa SunBeach Festival de hace dos años en Cullera. En la carpa trance se reunieron nada menos que Rank1, Chicane, Cosmic Gate, Mauro Picotto y Aly&Fila. Probablemente el mejor line-up de la historia del trance en nuestro país. Sin embargo, mientras que todos los escenarios estuvieron abarrotados, la carpa estuvo medio vacía durante toda la noche. Un fracaso absoluto que hizo que directamente eliminaran ese escenario en la siguiente edición. No fue un caso aislado, ese es el reclamo habitual que tiene el trance en España desde hace una década. Pero entonces Armin Van Buuren celebra una edición de su conocido programa de radio ASOT en IFEMA y logra reunir a 14.000 personas. Una noche épica que durante unas horas nos permitió dejar de envidiar records de asistencia como el de Utrecht días antes.
Seis años después de que tuviera lugar en Madrid el ASOT 600, Disorder Events, junto a Fluge Entertainment y Planet Events hicieron posible que el macro espectáculo de Armin Van Buuren regresara a la Península. Bajo el lema ‘Lifting You Higher‘, el pabellón 9 logró colgar el cartel de “entradas agotadas” poco después de que Maor Levi, el protegido del anfitrión, diera el pistoletazo de salida cuando el pabellón aún estaba lejos de llenarse. Cogieron el testigo Super8 & Tab, con una mejor recepción y una contundencia que no insinuaba que les importara lo más mínimo tener que calentar el ambiente. Tras una más que aceptable sesión de Mark Sixma, subió a la cabina el primer cabeza de cartel de la noche: Markus Schulz.
No sé si el alemán ofreció el mejor set de toda la noche, pero lo que es seguro es que nos regaló el momento más emotivo. Tras desplegar algunos temas propios y unos cuantos himnos de la historia del género, ejecutó un remix producido por él del “Ave María” que dedicó a su madre recientemente fallecida mientras juntaba las manos con los ojos cerrados. Pelos como scorpias. Dadas las 2 de la mañana, era el turno de la estrella de la electrónica, Armin Van Buuren. Su último trabajo junto al ruso Shapov, “La Résistance de l’Amour“, fue el tema elegido para comenzar con una sesión que, salvo alguna que otra innecesaria concesión al EDM que marca sus pasos en la actualidad, fue magnífica.
Por supuesto no faltaron algunos de los temas de cabecera de cualquier amante del trance, como “Carte Blanche” de Veracocha o “Adagio For Strings” de Tiësto, pero tampoco producciones recientes como su esperada primera colaboración con los geniales Above & Beyond y que lleva por nombre “Show me love“. Y vaya que si el público se lo mostró. La aclamación era perpetua. Más aún cuando se puso electropopulista y cerró con uno de sus últimos y lamentables éxitos: “Blah Blah Blah“, pero bueno, tampoco nos pongamos puristas.
El siguiente en subirse a la cabina fue Fila, de Aly & Fila. Recordemos que el dúo nunca actúa en directo debido a que Aly no puede exponerse a ruido altos debido a una dolencia auditiva, pero bueno Fila se basta y se sobra. El egipcio volvió a demostrar una técnica soberbia, además de unas producciones propias que les han convertido en uno de los mejores nombres del Olimpo del trance. Pura pasión y una colección de melodías de ensueño que pudimos disfrutar especialmente gracias a que la pista principal se descargó muchísimo tras la actuación de Armin.
El encargado de cerrar el ASOT 900 fue Chris Scheweizer en lo que describió como una de las fechas más importantes de su carrera, gracias a que presentó varias de sus últimas producciones por primera vez ante un público masivo. No logró mantener un nivel tan soberbio como los tres artistas que le precedieron, pero desde luego fue una clausura a la altura de las circunstancias. Sobre todo porque no dejamos de bailar hasta que se encendieron las luces y no todo el mundo puede lograr eso. Ojalá más citas como esta. Ojalá el trance nunca deje de sonar.
Crónica de A State Of Trance 900 Madrid1 thought on “”
estaba allí y estoy totalmente de acuerdo con el articulo tengo 50 y tantos pensaba que seria el abuelo y me sorprendio la gente mayor que yo que había jeje,fantastico