Los hermanos Followill tardaron cuatro discos en convertirse en estrellas mundiales. Más que algunos, si tenemos en cuenta grupos como Coldplay, que con su segundo disco ya llenaban estadios. Y como estrellas que son, en su quinto trabajo, el esperado Come around sundown, han hecho lo que les ha dado la gana.
La continuación de su exitoso (e increíble) Only by the night ha sido grabado en los estudios Avatar de Nueva York, junto a los productores Angelo Petraglia y Jaquire King (responsable de producir discos para Tom Waits o Modest Mouse). El disco se hace un tanto pesado, porque el ritmo es más lento que en su anterior trabajo, y no hay tantos momentos emotivos; es más sosegado, y eso se nota cuando a la cuarta canción te crees que todavía te queda mucho disco por escuchar. Destacan sobre el resto de temas el single “Radioactive” y “No money”, las dos canciones más movidas.
Pero como comentábamos al principio, se han ganado el derecho a hacer lo que les apetezca, y seguro que si han perdido unos cuantos fans, han ganado otros tantos; es lo que tiene cuando te da igual lo que hagas (a U2 les ha pasado, y siguen llenando allá donde van). De todos modos, han querido evolucionar en su estilo introduciendo guiños a los años 50 en “Mary” , o sonidos de su Nashville natal como “Back down south”; este tema es bastante interesante, porque el rollo country que tiene ya lo apreciamos en el que, en opinión personal, es su mejor disco, el Aha Shake Hartbreak de 2004. Otro cambio que hemos podido observar es un acercamiento a sonidos californianos con su tema “Beach side”.
Por tanto, aunque no podamos contar con Kings of Leon como grupo a participar en la porra de mejor disco del año, estamos ante un buen disco que da otra vuelta de tuerca a su sonido, aunque a algunos no nos parezca del todo bien. Seguimos teniendo un par de temas que incluir a nuestra lista de canciones para guardar, que ya es más de lo que se puede decir de muchos grupos.
Iván Navarro