Breis, ya se presente en formato reducido —únicamente con Fernando Rubio conformando tándem— o cual banda completa, funciona sin encontrar fisuras en sus planteamientos. Y mentaba a la agrupación, aunque la premisa principal de la misma es no parecerlo, alejarse de la grandilocuencia para sonar lo más intima y cercana posible. La pomposidad en instrumentaciones no casa con su apuesta. Las armónicas, una guitarra acústica y otra eléctrica son más que suficiente para dar cuerpo a tonadas como ‘10 De Diciembre‘, ‘Nadie Avisó‘, ‘La Última Copa‘ o ‘Lo Dijiste‘; en cualquier caso, en Siempre Es Mañana hay base rítmica, espina dorsal, bajo y batería, pero siempre tratados con cariño y con la única intención de poner acentos allá donde las letras lo requieran.
Y es que si subrayo que sobre los escenarios no temen a revisar con mucho respeto el ‘You Know The Rest‘ de Steve Earle o el ‘If You Gotta Go, Go Now‘ original de Bob Dylan —aunque el tema triunfase en los 60 británicos gracias a la versión de los Manfred Mann—, cual lector y oyente ya te puedes hacer una idea de las formas y los gustos aquí presentes. Un discurrir tranquilo, dándole tiempo a cada frase que posee importancia tanto como elemento estanco cual funcionando en el todo de la canción completa.
Si se encabrita para pisar el polvo del camino, Breis aborda su original historia de trovador-amante narrada en ‘Vino Y Rosas De Equipaje‘. Entonces sale a la superficie el blues fronterizo para salpimentar la ensalada y ofrecer otros aromas a la pitanza. Sendero nacional perfectamente viable para desarrollar estilos como el americana y similares.
Sergio Guillén