En lo que viene siendo ya una tradición, Fito reservó el 30 de Diciembre para culminar una larga gira de 14 meses presentando Antes de que cuente 10 en el Palacio de los Deportes de Madrid.
Pero antes podríamos “disfrutar” del último concierto de la Cabra Mecánica, que para mi llegó a ser un tormento, ya que la zona en la que me encontraba no se entendía nada (interiormente me acojoné pensando que como Fito se oyera igual me iba a cagar en todo) y es que el Palacio de los Deportes es un recinto, cuanto menos traicionero, ya que no sabes si lo vas a escuchar cojonudo o sólo vas a escuchar un eco continuo de ruidos.
Con más pena que gloria, La Cabra se despedía de los escenarios, logrando únicamente atraer la atención del público con La lista de la Compra. Felicidad sería el tema que pondría final a una actuación que, como rasgo más destacado tuvo la puntualidad y, en mi zona, el no entenderse nada.
A las diez, siguiendo el horario programado sin apenas retraso, se empezó a proyectar en las pantallas la animación que Fito ha mostrado al comienzo de todos sus conciertos, y es que el riesgo es una palabra que ha desaparecido del repertorio de Los Fitipaldis, tanto en concierto como en los discos:
Como un guión muchas veces ensayado, empezó a sonar Antes de que Cuente 10, una alegría desbordó mi cuerpo al comprobar que el sonido era estupendo y no había ningún tipo de problemas en distinguir todos los sonidos. Además, las pantallas y las proyecciones del escenario funcionaban a la perfección y es que si algo no falló fue la organización del concierto, aunque me dio la sensación de que la pista estaba ligeramente colapsada (no sé que aforo tendrá, pero vamos, como sardinas en lata estaban).
Y es que por mucha crisis que haya, a Fito no le fallaron y el Palacio mostraba un lleno total, lo que ayudó a crear un ambiente espectacular, con un público totalmente entregado, y es que pese a que “todas las canciones son la misma” parece que no nos cansamos de oír esa fórmula que ha conseguido elevar a Fito & Fitipaldis al estatus de genios de la música.
Los temas interpretaron no supusieron ninguna sorpresa, básicamente por lo que decíamos antes, es como un guión ensayado: Trozos de Cristal, Siembre Estoy Soñando, Un Buen Castigo, Corazón Oxidado, Whisky Barato, Por la Boca Vive el Pez, Me Equivocaría Otra Vez, Como Pollo Sin Cabeza, Viene y Va, Deltoya, Tarde o Temprano, La Casa Por El Tejado, Soldadito Marinero y alguna más que quizá me deje.
Esto antes del bis, ya que irse de un concierto sin que el público grite: Otra! otra!… es algo extraño y este no iba a ser menos. Así que después del primer amago de final, Fito subió de nuevo al escenario a interpretar él solo Al Cantar (para desgracia de todos, el único tema Platero, porque el día que toque El Roce de Su Cuerpo, Si Tu Te Vas o Si La Tocas Otra Vez la cosa va a ser legendaria). Después, ya con toda la banda, Qué Necesario Es El Rockandroll fue coreado por el público al unísono acompañado de miles de manos dando palmas al ritmo de la música.
Había llegado el momento de dar protagonismo a toda la gente que estaba allí, así que tras proyectar en las pantallas los saludos grabados en todos los conciertos de la gira y el saludo del equipo técnico de Fito, le tocaba al público de Madrid dejar su saludo para la posterioridad.
Acabo de Llegar marcaba el fin de un espectáculo que dejó conforme a todo el mundo. Cañones lanzando confeti que brillaba sin cesar por los flashes centelleando creaban una imagen para el recuerdo, mientras todo el equipo técnico subía al escenario para despedir un evento marcado por la perfecta organización, un buen sonido (en parte gracias a los grandes profesionales que acompañan a Fito), a la cabra (que pese a ser su último concierto no consiguió gran atención y que no recibió apoyo del público incluso cuando compartió escenario con fito) y como no, un gran espectáculo de luces y proyección acompañando a la música que logró que Fito añada un éxito más a su lista.
Fígaro