En el caso de los murcianos Vacío, esa particularidad que los diferencia de otras formaciones es la mezcla de la peculiar voz de su fundador y también guitarrista Carlos García con elementos de nivel contundente.
Formados en 2003, no grabaron su primer trabajo, de título homónimo, hasta 2008 y dos años después facturan Mi Dulce Infierno, con una alineación completada por Emilio Molina (batería), Rubén García (bajo) y Jose Alguazas (guitarra).
Estamos ante un disco de difícil catalogación, donde convergen con sorprendente fluidez perfiles melódicos de contrastada accesibilidad junto a contundentes riffs guitarreros. De esta forma, nos encontramos en un marco en el que el rock robusto convive con ingredientes que encajan perfectamente con el hard rock e, inclusive, con el heavy metal.
La presencia vocal resalta por encima del resto de partes protagonistas, con un tono muy melódico y elegante, casi siempre instalado en la melancolía. El ejemplo más delicado lo encontramos al final, con “A Veces”, donde únicamente se acompaña de guitarras acústicas. Sin embargo, el álbum comienza con “Pienso” una pieza de rotundas guitarras en la que ya se descubre el contraste con el registro vocal. Una firme pegada de batería y atractivos desarrollos solistas redondean uno de los mejores aportes del disco junto a la dinámica “Envidia”, de nuevo con unas guitarras de riffs erosivos, así como estribillos pegadizos y la corta aparición de un solo de guitarra seguido de unas atractivas armonías, las mismas que aparecen en “Sueño De Cretinos”, otro corte que se debate entre los momentos energéticos y suspiros vocales de oscuro sentimentalismo.
“Mi Dulce Infierno”, en el que Verónica Tejero colabora en las voces femeninas en un dueto con Carlos, ratifica las dos vertientes por donde circula la propuesta de Vacío, manteniendo ciertas dosis de energía, aunque en esta oportunidad prevalecen los fundamentos más calmados. En contraposición, “El Fuego Del Deseo” aumenta la carga vigorizante con otro excelente aporte de guitarras.
El resto del contenido discurre por los mismos cauces, completando un trabajo que, si al principio resulta algo chocante por la disparidad entre voz e instrumentación, finalmente acaba convenciendo de que, precisamente, esa es una de las características que otorgan a los murcianos su toque de distinción, reconociendo, además, que la efectiva labor de las guitarras aumentan el valor consustancial de las composiciones.
Obviamente, se trata de un álbum para gente de mentalidad abierta y dispuesta a asimilar las distintas corrientes que lo componen. No es para radicales de las etiquetas.
¿A medio camino entre Sôber y Héroes Del Silencio?… podría ser, pero con sustanciales diferencias.
CALIFICACION: 7,25/10
GRUPO: Vacío
TITULO: Mi Dulce Infierno
DISCOGRAFICA: Maldito Records
AÑO: 2010
PAIS: España
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ