Un concierto de despedida siempre divide al público en dos grupos. Los que han seguido la trayectoria de la banda desde el principio, y los que se han reenganchado más tarde. A los primeros un concierto de dos horas de adiós les parecerá poco, les faltarán canciones. A los segundos… también les sabrá a poco, pero porque no han tenido bastantes conciertos, momentos mágicos con la banda.
Eso provoca a la salida caras amargas y sonrisas amplias. Como las que se ven en la gira de ‘Corriente Vital 10 años’, con la que Ojos de Brujo pretende despedirse de su público, y pasó por Madrid el 26 de febrero de 2011, en la sala La Riviera.
Si le preguntamos a los fans de toda la vida seguro que este no fue su concierto más mágico con la banda, ni el que mejor sonó. Y además seguro que se dejaron fuera su canción favorita, faltó improvisación, y sorpresas. Si cogemos en un aparte a la ‘carne fresca’, a los que siguieron bailando al apagarse los ‘amplis’, nos dirán que el directo sonó con mucha fuerza, que su relación con el público, la forma en que Marina obligó al público a bailar fue espectacular.
La mezcla de ambas experiencias se convirtió un ambiente algo frío, para lo que uno espera de la despedida de un grupo que significa tanto para la música de nuestro país, con breves destellos de feeling entre el público y la banda. El día no empezó del todo bien, a primera hora de la tarde la banda anunciaba en facebook que Manolo García no podría acompañarles en el directo por culpa de una gripe. Pero oír en directo ‘Ley de Gravedad’ o ‘Corriente Vital’Â le quita a uno todas las penas. Seguro que ahora, en frío, todos los asistentes le recomiendan a todos los que puedan que se acerquen a despedir a este colectivo musical, y bailar, saltar y cantar (cada uno lo suyo… ‘El Ventilador R-80′, ‘Na en la Nevera’, o alguna que otra gran versión de Bob Marley).
Ojos de Brujo son la base sobre la que han crecido fusiones musicales de la última década de nuestro país. De ellos han aprendido decenas de grupos (que le pregunten a Macaco) cómo defenderse en directo y eso, por muy mala tarde que puedan llegar a tener, se nota.
Texto: César Peña
Fotos: Raúl Ranz