– Peter Doherty fue detenido la semana pasada a su llegada a Ginebra por, ejem, inyectarse heroína en pleno vuelo. Las azafatas encontraron al cantante tirado en el suelo del servicio y pensaron que le había dado un jamacuco, pero posteriormente encontraron la jeringuilla y hala, de cabeza a la policía. El incidente no fue más allá, Peter pasó por caja para pagar la multa y llegó a tiempo para tocar en el festival Festineuch. Un personaje modélico.
– Parece que el quejido de Russian Red por el trato que sufre con su discográfica Eureka está teniendo más eco del que pretendían las partes, en las que impera el silencio más absoluto. La entrevista la podéis encontrar en la edición online del ABC y en ella Lourdes protesta porque su discográfica afirma que no están obteniendo beneficios con ella -lo que si es cierto, es raro raro- y protesta porque está limitando su carrera impidiendo colaboraciones con otros grupos y evitando romper su contrato por una cantidad de dinero razonable. Ahora sólo queda escuchar a la Eureka.