Grupo: Centro-Matic
Título: Candidate Waltz
Discográfica: Houston Party records
Fecha de publicación: 4 abril de 2011
Buscando a un tiempo lo eterno que de por sí tiene el esquema más elemental del rock (se escucha fácilmente en “All the talkers“) con lo efímero que posee la inmediatez de “Iso residue” (donde toda la canción es puro y contagioso estribillo), el cuarteto de Texas, comandado por el gran Will Johnson, entregan otro enérgico álbum. Plagado de grandes canciones, como todo lo que tiene que tener un buen disco de rock; una llama encendida a quilates de guitarras y voces. Y ese grado de perfección en cualquier cosa no material, en este caso las canciones, tiene mucho peso en oro.
Sus temas son letras que hablan del aliento de las ciudades y el desnudo vital de las mentiras que atrapan el tiempo en cartas sin respuesta; del misterio de los dobles pensamientos, en definitiva, de las dudas.
Tras quince años de carrera, la madurez transita las paradas a golpe batería y voz fronteriza de “Double Mind” o el más bailarín de los tonos en “Solid States“, con esa distorsión melódica que acompaña el suave movimiento de la repetición del ritmo. El álbum se escucha de un tirón y galopa rápidamente entre la balada más ensoñadoramente romántica de “Shadow” y el protagonismo vocal de Johnson, que juega de igual a igual propagando con gran rapidez lo pegadizo de sus canciones y la fuerza vocal (y ronca) de una voz plenamente acomodada en los temas. De ahí la suavidad de “Mercedes“, que se queda aparcada como un clásico de forma y fondo ahogada de rompedor y cristalina cadencia musical. Nada lo hacen difícil y mucho menos lo complican. No tratan de desfigurar ningún esquema ni hacer pesado el recorrido tan usual como infeccioso y sumamente agradable de sus canciones. Así es “Against the line“, una puerta entreabierta a una visión tan moderna, clásica, como contundente. Y portazo.
Centro-Matic han hecho otro gran disco, pasando de un punto a otro de líneas coherentes con su estilo. Por la recta más corta que cruza unas canciones con parajes poblados de sedosa y siempre resolutorios acabados. Con sus pequeños gritos, sus frenos de ritmo, y hasta sus silencios donde la más mínima voz y el más leve grito están medidos. Y el cálculo es milimétrico en fondo y forma. Nos visitan en unos días. No se pierdan el que, seguramente, será un gran concierto de rock.
Texto: Ángel Del Olmo