Con The Head On The Door daba comienzo la época dorada de la banda, transformada desde entonces en una bien engrasada maquinaria de fabricar éxitos. Este es uno de los primeros en ser una y mil veces repetido por las radios y la MTV. A pesar de ello, Robert Smith supo mantener su teatralidad y al menos una pequeña parte de la oscuridad que tenía en sus inicios. Aunque sólo fuera por Close To Me y esta In Between Days, aquel disco tenía sentido.
Texto: Juan Manuel Vilches