En ‘Mezcla Rica’ hay música muy trabajada, muy elaborada y llena de matices, pero sin embargo es música que no suena densa ni recargada, suena a música fresca, ágil, que parece sacada de primeras tomas o prácticamente improvisada. ¿Fue así la grabación?
Fue bastante cercano a lo que decís. En la música cuanto menos se note el trasfondo, mejor. Eso es algo que se logra con el trabajo y con mucha prueba y error. Si el arreglo es forzado y está recargado eso se nota, y viceversa también. Lo que tú observas es algo que yo busco en las canciones, que puedan sonar varios intrumentos pero que para el oído parezca uno. Que sea un arreglo difícil pero que la gente lo entienda a su manera. A veces la gente canta coros que no son tan fáciles, y me parece un lindo logro del grupo, hacer que lo difícil parezca sencillo. Si hay alguna medalla que nos podamos colgar es que esto es algo en lo que hemos trabajado.
Coprodujiste el disco junto a Lucas Piedra Cueva. El otro día él comentaba que la producción había sido “relativamente fácil, porque las decisiones las marcaba el camino, no una idea preconcebida de cómo debía sonar cada cosa”
Este disco está plagado de gente que entiende la música de una manera muy similar a la nuestra, entonces es muy sencillo trabajar con Lucas, Michi Oliveira, Gala o Borja. Es decir dos palabras y la cosa se encamina. Además es un modelo de trabajo en el que es casi imposible estancarse, porque al estar tanta gente creativa en un lugar las ideas van brotando como flores en la primavera.
Cuando trabajas con gente que tiene un camino muy parecido al tuyo es realmente sencillo. A Lucas lo conocí hace 13 años y llevamos muchos trabajando juntos. Él sabe lo que estoy pensando y yo sé lo que está pensando. Probamos algo y nos damos cuenta en un segundo si funciona o no funciona. Aparte Lucas es genial, tiene un carácter increíble, muy paciente, no le importa probar muchas cosas. Estuvo buena la dinámica nuestra en el grupo, fue inmejorable, nunca hubo un estancamiento, nunca las cosas no fluyeron, nunca perdimos el norte.
Varias letras son del escritor argentino Pedro Mairal, ¿cómo ha funcionado vuestra colaboración?
Yo soy muy admirador de de su obra, he leído casi todos sus libros. Le conocí personalmente en Buenos Aires y yo no sabía que hacía canciones, nos quedamos en contacto y en la pandemia comenzó un diálogo muy lindo con él. Le mandé un mensaje porque había leído alguno de sus novelas y le dije: voy a hacer un disco sobre ciudades. A él le gustó la idea y se ofreció. Como sabía que había emigrado a Uruguay le pedí la letra de Montevideo. Lo que me devolvió es prácticamente toda la canción excepto la parte final de Jorge, que nadie sabía que iba a estar ahí. Ni Jorge.
La música de Asunción la hice muy rápido, un día después de volver de Paraguay. Y Pedro me devolvió la letra más rápido todavía. Yo le pasaba la música y Pedro, al ser un escritor magnífico, con darle un punto de partida y la temática (la ciudad) enseguida escribía la letra. Fue un gozo total trabajar con él. Le vi hace poquito en Uruguay, le toqué por primera vez las canciones en vivo y nos abrazamos, lloramos… fue un desahogo muy fuerte, estuvo buenísimo.
En este último año hemos visto una gran progresión en las Panteras. Luisa cada vez canta mejor, está increíble en la versión que hacéis en directo de Volver a los 17, y Lauri aporta de todo: teclados, percusiones…
Me adhiero. Luisa está mucho más confiada, a otro nivel. El arreglo de Violeta Parra fue de Laura, que llevamos la canción a modo menor, y Luisa la ha hecho suya. Laura es el pilar de las panteras, es una persona que te puede hacer chapa, pintura, electricidad… lo que sea. Laura es el pilar donde Luisa y yo nos apoyamos de alguna manera.
Vuestros conciertos suelen tener una gran calidad de sonido, algo para nada habitual en los conciertos de la escena, ¿ponéis especial dedicación a este punto?
El oído se va educando y vas teniendo más claro cuál quieres que sea el mensaje que prepondere en una mezcla. Además utilizamos muchas dinámicas, que para mí es fundamental controlarlas en los conciertos. Creo que le hace una gran favor a la audiencia y al músico entender cosas como que el silencio también es parte de la música, los espacios, el volumen… Si interpretas la música de esa manera estás dando un mensaje muy poderoso al que escucha. Es algo que trabajamos un montonazo, muchísimo.
En la industria triunfan los ritmos sobremarcados, en todos los estilos pero especialmente en el reggaeton. Sin embargo vuestros grooves en directo son mucho más sutiles e indefinidos
Tiene que ver mucho con los ritmos africanos que emigraron a Latinoamérica, que yo creo que tienen ese punto. Pero cuando lo agarras y sabes dónde estás bailando es magnífico, porque hay una una cantidad de colores y de riqueza que realmente te das cuenta de dónde vino todo. Es verdad que no sonidos que suenan en el mainstream, por así decirlo, pero son sonidos que llevan siglos entre nosotros los humanos.
Una canción que habéis hecho vuestra es el Candombe de Marte, una composición de Martín Buscaglia que habéis cambiado completamente y ahora es imprescindible en vuestros conciertos
Esa canción para mí es muy personal. Casi siempre empiezo con esa canción los conciertos porque la conocí por mi amigo Matías Conte, quién falleció en la pandemia, y siempre que íbamos a cualquier lado a tocar esa era la primera canción con la que empezábamos. Hago los mismos acordes que hacía él, que no tiene nada que ver con la versión de Martín Buscaglia. Es la única canción que hago por mí en el concierto, para recordarlo. Me parece que es una manera de traerlo aquí, de darle las gracias.
Jorge Drexler siempre dice que nunca llega a un estilo por yuxtaposición, por probarlo, sino que llega desde la integración, desde la vinculación emocional. Es exactamente la historia de Mezcla Rica.
Claro, yo te puedo contar cómo se baila en Brasil o cómo se festeja en México, pero si no vas no lo vas a poder entender. La música funciona así. De cualquier estilo puedes escuchar muchísimo, pero es distinto si estás allí y te das cuenta de dónde salió una frase, cómo aprendieron los acorde, por qué digitan así.. todo está conectado.
Viajar como músico es el antídoto a la inexperiencia, a la falta de cultura y de conocimiento. Sabía que iba a girar con Jorge y me iba a traer esas experiencias a las canciones. Ahí es donde adquieres un conocimiento que está casi en el ADN de la gente. Bailando o cantando tocando una lata, eso es imbatible. Ahí terminas de entender de qué se trata.
Tú que pasas tanto tiempo en giras tan largas, con tantas esperas en aeropuertos, ¿qué sueles hacer, te obligas a escuchar o a leer determinadas cosas porque estás en un sitio o te dejas llevar más por el mood?
A todos los lugares que voy pido recomendaciones de lo que está sucediendo o de las cosas que sucedieron. Me quiero enterar de lo que está sonando, sobre todo de las cosas que tengan mucha creatividad, ya sea desde la tradición o no. Como cuando fuimos a Ecuador y fuimos a ver a Nicola Cruz. Ya lo conocía pero me sorprendió muchísimo lo que estaba pinchando. Es alguien que quiere evolucionar, tirar de otro carro. Me encanta conocer ese tipo de personajes y por supuesto que me encanta que la gente me lo cuente. “Tienes que escuchar a este o conocer a este otro”. Conozco muchísima gente en las giras, es muy enriquecedor. Además yendo con Jorge puedes salir de fiesta con Joao Cavalcanti, conocer a Rubel o ir a la casa de Marisa Monte. Es un privilegio máximo.
En todos los conciertos haces guiños a tu familia, como cuando cambias Father & Daughter de Paul Simon por Father & Son, ¿es muy importante el apoyo de la familia en un trabajo como el tuyo?
La familia me ha sostenido todo el tiempo, me banca todo. Imagínate lo que es una gira mundial con dos chiquitines, pero me aguantan y a ellos les encanta que el papá sea músico. Y Rebecca también porque sabe que para mí esta es la vida. Es a lo que me dediqué siempre. Lo único que busco en la vida es trabajar, no necesito más nada. Si fuera para hacer dinero me hago financista o trabajo en la bolsa, yo con seguir viviendo de la música me siento agradecido, es un privilegio. Sé que no es para muchos y ojalá lo fuese porque es lo más lindo del mundo. Poder componer, arreglar o tocar para alguien es mi vida.
Ahora que estamos en semana santa, había un easter egg, un mensaje oculto en la entrevista. Sé que eres un gran fan de Prince y la primera pregunta es tal cual lo que piensa sobre Prince un conocido divulgador musical. Acerca de cómo su música parece más sencilla de lo que es.
(Risas) Algo de eso dijo Sting una vez, le comentaron que su música es compleja pero parece fácil, y dijo: “es uno de los secretos más grandes de la música, intentar hacer que lo difícil parezca fácil”. Si tú logras eso es algo muy poderoso, no es fácil. A veces lo que parece difícil es realmente difícil o suenan difícil al oído. Muchas cosas de Police no son tan fáciles de tocar. Es lo que tiene la magia de la música.