Imagino Mali como una tierra en la que los instrumentos musicales crecen como frutas en los árboles, en la que los niños lloran a ritmo y entonando, donde hasta las penas se bailan y a todo el mundo le late el corazón de una forma especial. La culpa de esta visión la tienen la cantidad de músicos que el país ha lanzado al mundo.
Muestra de ello son los Farka Toure, Ali y Vieux (padre e hijo). Pero también lo son mis admirados Tinariwen (grupo bereber del desierto con guitarra bajo y batería, imagínate… el 10% de la población es nómada), o Terakaft, por poner sólo un par de ejemplos. Una tierra fertil que Ali Farka abrió al mundo mostrándole la corta distancia que hay entre la América negra, y África, entre el blues y la música de raíz maliense que riega el Niger.
Vieux Farka Toure actuó en Madrid, dentro del Festival de Guitarra, al que trajo por cerca de dos horas un pedacito de su tierra y otro del calor de su sol. El sonido de la banda de Vieux cumple todos los cánones de la música africana más conocida de occidente. De hecho puede pecar de convencionalista. El repertorio de su actuación, ante una sala (la Heineken) medio vacía, fue poco atrevido pero un aliento para aquellos enamorados con todo lo que tenga que ver con el continente mágico.
El concierto sirvió como presentación en nuestro país de su disco ‘Fondo’, lanzado recientemente, en el que sigue la estela del trabajo de su padre. ‘El alma del blues se encontra en África’, solía decir Ali, conexión entre continentes que Fondo pretende encontrar.
El concierto ha servido para acercarnos Mali al corazón y a los oidos. Canciones como ‘Wale‘ (una canción tradicional), ‘Sarama‘ (el funky llevado al reggae), ‘Ai Haira’ (con la percusión como protagonista) desprendían el aroma de la nostalgia de los ritmos que crecieron en la América de los esclavos, que se completaa con el homenaje de la canción llamada ‘Mali’. Todo un catálogo de conocimentos al que si hay que ponerle una pega sería la rigidez de los músicos sobre el escenario.
A veces la rigidez puede confundirse con un exceso de relajación, por lo que dejaremos la duda abierta. De lo que no hay conjetura posible es del potencial musical que, haciendo honor a su tierra, Vieux Farka Touré demuestra en cada aparición sobre el escenario.
Te dejamos con un trabajo previo suyo, pero que te puede aportar las pistas necesarias para descibrirle… ‘Ana’ de Vieux Farka Touré: