Con “La Taha” (Bandalismo, marzo 2011), Calocando nos invita a un viaje de espíritu e instinto, acción y visión. Más allá de los tópicos de la fusión, que limitan el género a la fiesta y el buenrollismo, las diez canciones que integran el álbum son un estallido de pura intensidad, concentradas y fluidas, luminosas y nocturnas. Otorgando una importancia primordial a los textos en castellano, la voz de Samuel Castela unifica el resultado, consiguiendo que las comparaciones resulten inútiles a la hora de definir su música. Desde su primer disco (“Calocando!“, 2008) el grupo contó con la participación de numerosos colaboradores, algunos de los cuales se integraron de manera definitiva en el grupo, dando lugar a la formación actual de 8 músicos: Samuel Castela (voz y guitarra española), Marchu Lorente (2ª voz), Alfonso Acosta (guitarra española), Gorka Laherrán (guitarra eléctrica), Natxo Higes (bajo), Sergio Peña (saxo), Gerardo Casado (batería) y Jorge González (percusión)
Con la misma filosofía que guió la producción de su primer disco, “La Taha” ha sido grabado y producido íntegramente por la banda. El resultado es un sonido natural, abierto y cálido, que nos traslada a la cueva de Pitres (Granada) donde nacieron estas canciones de tierra y nieve. Calocando es ya un secreto a voces de la escena musical española. El próximo día 9 de Junio presentan “La Taha” en la sala El Sol de Madrid.
Observo en este segundo disco que la banda se ha formado como el conglomerado de piedras de un río, pues los integrantes aparecieron poco a poco desde el primer trabajo. Os sabéis rodear.
[Gerardo]: Sí. En realidad en el primer disco yo creo que surgió más de nuestra propia necesitad, plasmarlas, tener algo que presentar y mover. Entonces pasó algo en el tiempo que hubo entre que nos juntamos y empezamos a grabar algo. Con lo cual, estamos muy contentos de cómo quedó y de los temas que salieron, porque realmente los temas que se grabaron en el primer disco son los temas que habían. No hubo proceso de selección de temas ni de filtro porque fueron las primeras doce canciones que tuvimos.
La diferencia fundamental es que ahora si que ya nos conocíamos más personalmente. También lo más importante, musicalmente. Ahora los temas ya no son como nos salían en el momento, sino que están hechos con cierta intención conociendo un poco los gustos de todos. También ha estado ese proceso de filtrado que no estaba en el primer disco. Los que se han grabado han sido los que queríamos que entrasen.
Y que bonito ha quedado el video en stopmotion de ‘La Taha’.
[Marchu]: El videclip nació de una idea de una de las pintoras que ha ido desarrollando, y como antes has dicho, nos sabemos rodear y atrapar. Queríamos hacer un video diferente, y así salió.
Si no me equivoco, ‘La Taha’ que además de ser una canción del disco da título al mismo, es un poema de Lorca.
[Gerardo]: El estribillo si. El ponerle ese nombre nos vino por la inspiración del Barrio de La Taha, que es donde están las fuentes de Pitres (Granada). Allí Samu tiene una casa preciosa y fue donde el disco fue tomando forma, porque teníamos muchos temas y nos hacía falta encerrarnos para trabajar de manera más intensiva.
No es que el tema hable de los días que estuvimos allí, pero sí de la gente que conocimos. Surgió la letra pero no teníamos el estribillo, así que como Lorca estaba tan vinculado a Granada, nos casaba perfectamente.
¿Es posible que parte del proceso de creación de este trabajo se fraguara de noche? Me da que algo tuvo que haber porque transpira nocturnidad.
[Samu]: En el tema de componer es más difícil porque fue un proceso más largo y porque muchas canciones cuando llegaban al local fueron creadas en un momento puntual. Por eso somos un grupo, es un proceso que va surgiendo. Ideas que salen y se moldean, al día siguiente ves que pueden valer o no valer, entonces moldeas por otro sitio. Después están los arreglos y demás.
No sabría decirte si se ha compuesto o no así, pero la historia de grabar si que fue así, porque como hemos usado también de otras amistades para grabar. Amigos que tenían un local y un equipo bastante majo. Pero el handicap era que nosotros podíamos tenerlos cuando ellos no los estaban usando, que era en fines de semana o noches. Recuerdo entrar a grabar el último día a las ocho o diez de la noche para terminar a las seis de la mañana.
[Gerardo]: No importaba si acababas antes o cuatro horas más tarde, no mirábamos el reloj. Eso también te permitía la libertad de decidir si el resultado te ha gustado o no porque podías volver a repetir la toma.
Escapáis del flamenco más ortodoxo, cada uno viene de un palo distinto… ¿qué filosofías y que discos estaban presentes en la grabación de “La Taha”?
[Natxo]: Hombre, es complicado decir que grupos escuchábamos en el momento de grabar el disco porque nosotros nunca nos hemos centrado en la música de otro grupo para elaborar las canciones. Aunque fui uno de los precursores de la formación de grupo nunca escuché flamenco “cerrado”, sino flamenco fusionado con diferentes estilos, entonces a la hora de llevar las cosas elaboradas al local de ensayo siempre se aporta algo de tu estilo sumado a lo que pueda aportar Samu o alguien más del grupo que entienda mucho más de flamenco.
Todo lo que se elabora es una mezcla de estilos que hacen surgir estas canciones, formando este estilo de música. Pero no significa que estemos escuchando a un grupo en concreto ni un estilo concreto porque somos ocho personas con nuestros estilos musicales dentro de nuestras mentes.
Si escuchas detenidamente “La Taha” verás que hay temas de rock, temas de pop, más aflamencados…
¿Puede ser complicado trabajar con ocho mentes?
[Natxo]: Sí, es complicado trabajar con ocho mentes en un local de ensayo, aunque hablemos veinticuatro horas al día.
[Marchu]: También hay mucha precaución, porque al ser ocho mentes con un bagaje diverso a la hora de aportar hay esa cautela. Por lo menos desde mi punto de vista, ya que vengo del teatro musical. Imagínate a esta mujer en medio con estos siete hombres [risas].
Desde mi punto de vista personal, cuando en el primer disco Calocando tuvo la posibilidad de grabar voces fue como una ilusión y a la vez un terror. ¿Cómo podría yo encajar con la voz de Samu y el estilo? Pero todo eso se va puliendo en los ensayos y en el proceso de composición. Aunque una misma no se siente muy aflamencada, sí que se va creyendo lo que puede aportar en cada canción.
Yo escuchaba desde Lole y Manuel hasta Las Grecas… todo junto, y más después de empezar a trabajar un poquito con Calocando.
Por cierto, ¿conocéis el “alicatamiento”?
[Gerardo]: Esto fue lo que hizo famoso Raimundo Amador con Veneno, ¿no? [Risas]. Sí, lo conozco, pero no estábamos bajo los efectos de las drogas ni el alcohol, simplemente perdíamos la noción del tiempo estando metidos dentro del local ensayando o en el estudio grabando.
Noto que el llamado “Sonido Caño Roto” os ha tenido que influir bastante. Esa actitud “canallesca” del flamenco rock de los setenta, ochenta… ¡Sin olvidar “La leyenda del tiempo” de Camarón!
[Samu]: Sí. Lo que decía Natxo es cierto. No hay unas referencias concretas. En realidad el único filtro más que de estilo de cómo funciona, es buscar una manera que nos una. A veces sale un tema como ‘Bala perdida’ que tiene mucha diferencia con las demás, entonces ahí está el filtro, saber que te pide la canción.
También es verdad que luego la mezcla y el máster se hicieron en un estudio, por lo que tienes quedar una referencia más concreta a esa persona que lo va a mezclar. Entonces ahí si que viene un trabajo de escuchar discos, ver como estaban mezclado, como sonaban… entonces ahí si que es verdad que tiramos más para los setenta. También “La leyenda del tiempo”, como dices, por todo ese ambiente y esa amplitud del sonido.
Triana también es un grupo que nos gusta como suena. Pero luego en ‘Noche de negro’ teníamos en la cabeza más a Sigur Rós que a Triana. Se que no tiene nada que ver, pero en nuestra mente estaba ese sonido también.
¿Un sonido que le diese ampulosidad?
[Gerardo]: Sí, como verás ese tema está muy recargado de arreglos. Por eso te quería decir que a la hora de buscar sonidos no estábamos cerrados al flamenco o al flamenco-fusión. Se trajo de todo, como saxofonistas. Se traían discos con saxofón para que vieran por donde queríamos que fuese.
¿Qué piden los Calocando en general?
[Samu]: Así en general y como realidad más cercana es que el día nueve tenemos una fecha importante y que a la gente le llegue lo que hacemos. A fin de cuentas, lo que uno quiere hacer es este tipo de cosas es que la gente lo comparta. Igual que la gente ha puesto su granito de arena al trabajo y no ha pedido nada porque le gusta el proyecto, a la inversa, una vez que lo terminas ya no te pertenece, por lo que te gustaría que a cuanta más gente le perteneciera, mejor.
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Texto: Charly Hernández