Trabajan aquí con el productor George Reiff, que ayudó a encontrar su toque personal al Black Crowes Chris Robinson cual solista. Este hecho ha sacado del proyecto una visión de su música correctamente manifestada, como si en lugar de unos cuantos años cual combo llevasen dos décadas.
Hay asentamiento y mirada adulta en la concepción de la pieza por la pieza; pero ante todo un desabrocharse el cinturón que les hace tocar el pop en ‘Gravity‘ o una especie de funk tejano en ‘Free Again‘, algo poco escuchado en este tipo de lanzamientos.
La lucha por la originalidad queda patente en las pinceladas dadas sobre muchas imágenes sonoras del CD, aunque sin necesidad de la glotonería a la hora de devorar lienzos o el abuso en capas en cuanto a esas pátinas de actualidad añeja se refiere. Siguen siendo The Band Of Heathens pero ahora enseñando un rancho recién estrenado en el que sus caballos pastarán nueva avena como plato estrella. Muy nutritivo.
Sergio Guillén