La ciudad de Chicago, la llamada “Ciudad del Viento”, vio nacer en los 60 a grupos como New Colony Six y The Shadows Of Knight. El mazazo de estilo que significó la British Invasion en Estados Unidos dio como resultado el alumbramiento de un poderoso movimiento que, si bien rozaba el imparable garage, no dejaba de reverenciar cualquier idea llegada desde el Reino Unido. Disfrazados como antiguos colonos saltó a la palestra el sexteto de Chicago New Colony Six, conjunto que convertía en religión las grabaciones de nombres como The Yardbirds y similares. La psicodelia era únicamente una excusa que nombrar, ya que sus grabaciones iban por otros derroteros. Sin embargo, la agrupación que tomaría el nombre de la ciudad cual bandera de su propuesta tenía diversas metas bastante distantes a las propuestas de estos curiosos “colonos”.
Se dijo que Chicago fueron los primeros artistas de rock estadounidense en incluir una línea de metales fija en sus filas. Siempre se ha tratado el papel fundamental del vocal y bajista Peter Cetera en Chicago y la marca que impuso una vez dentro, aunque no se deben olvidar las labores ejecutadas con precisión por el resto de los instrumentistas del combo. James Pankow, Walter Parazaider, Lee Loughnane, Robert Lamm, Terry Kath y Daniel Seraphine complementaban el talento de Cetera, y junto con el productor James William Guercio intentaron acercar la psicodelia al gran público con un estilo único. Al iniciar la andadura Chicago se siente como una apuesta underground, casi avant-garde, aunque pronto descubren que el brillo de su bombilla era el correcto. En aquella etapa se proponen practicar sus espectáculos en directo basándose en la espontaneidad, borrando el cálculo y ansiando la jam session mágica.
Cuando el conjunto ficha por CBS/Columbia se instala en Nueva York para iniciar sus sesiones de grabación, las primeras para un futuro doble álbum oficial. Toda una arriesgada carta de presentación. Las jornadas se suceden en la oscuridad de la noche, casi robando horas ya que el resto del día las salas de grabación están reservadas para los exitosos Simon And Garfunkel. Por ello resulta curiosa la luminosidad de fundir el jazz-rock con la esencia de las big bands en tomas sacadas adelante en sesiones tan sombrías. En aquel desperezarse del letargo aún se hacían llamar The Chicago Transit Authority y participarían en importantes eventos en San Francisco, como el que les llevó a compartir tablas con los británicos The Moody Blues en el Fillmore West.
El disco de marras apareció en las tiendas en septiembre del 69, aunque ese mismo año, unos meses antes, ya había comenzado el ataque radiofónico en clave de promoción. En julio se presenta un 7″ que contiene ‘Questions 67 And 68‘ más la creación ‘Listen‘; en noviembre se luciría ‘Beginnings‘ y para diciembre dejarían ‘I’m A Man‘. Años después la esencia musical de esos primeros Chicago sería comparada con la de nombres como Blood, Sweat And Tears o Electric Flag.
Esta pasión por la fusión jazz continuará en 1970 con Chicago II, y así a disco por año (Chicago III, Chicago At Carnegie Hall, Chicago V, Chicago VI, y siguiendo la línea hasta el décimo). Con Chicago X aparece ‘If You Leave Me Now‘, seguramente uno de sus sencillos más exitosos. De esta manera seguirían editando sin apenas descanso. En la edición 2011 de los Veranos de la Villa estará la agrupación recordando toda una vida de éxitos. La cita será el 14 de julio en el escenario Puerta del Ángel. Una noche para dejar volar la imaginación y disfrutar con toda una leyenda llegada de la Tierra de las Hamburguesas.
Chicago
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Sergio Guillén