Noticia del año, aunque no tiene porque ser el disco del año. La vuelta de The Jayhawks a este florido panorama ha hecho que las semillas queden esparcidas por el aire provocando una germinación masiva de buenas canciones. Cierto es que no iban a volver a hacer un “Tomorrow the green grass” u otro “Hollywood Town Hall“, pero “Mockingbird time” mantiene el nivel del binomio entre Gary Louris y Mark Olson.
Pese a ser un buen disco, las primeras escuchas no logran -en principio- grabar en los pabellones auditivos alguna canción que resalte sobre las demás. Pero dándole vueltas a este plástico se logra apreciar su sabor y su porte. Como un buen vino envejecido, “Mockingbird time” mejora cada vez más y las canciones atesoradas en su interior terminan por ser tarareadas. Francamente, este cancionero entra, se asienta y después amuebla el tímpano de la mejor manera con cortes tan fantásticos como ‘Hide your colors‘ o ‘Closer to your side‘, ambas -además- abriendo este long play.
El aire añejo de ‘She walks in so many ways viste con una suerte de folk-pop el auge tímbrico de las melodías. Una de las mejores piezas de este largo, sin duda alguna.
Por otro lado, en el más sosegado, estaría la composición que da título a este nuevo trabajo de los de Minneapolis, pero sin pasar por alto la rabiosa combinación electroacústica de ‘High water blues‘. ¿Y qué decir de esta banda? Tim O’Reagan, Karen Grotberg y Marc Perlman ayudan a que este nuevo ‘bebé’ gane firmeza con cada nuevo paso.
Posiblemente existan algunas partes que pasen desapercibidas, pero por la complejidad de su desarrollo. ‘Black-eyed Susan‘ puede ser un ejemplo, pero esto no es más que una muestra más para declarar que “Mockingbird Time” requiere mimo y cariño para que él también devuelva en grande dosis su afecto.
Calificación: 8/10
Texto: Charly Hernández