New Found Glory es uno de esos grupos pertenecientes a la oleada de bandas punk-poperas de finales de los 90. Supieron coger muy bien el testigo de los principales del género, Green Day y Blink 182 primordialmente, y encabezaron el movimiento durante un tiempo hasta que la moda simplemente pasó a la historia. No obstante, han sabido adaptarse a los tiempos y encontrar un nicho de mercado que se adaptara a sus deseos. De este modo, lograron llegar a un público más amplio que el de los blinkeros, chiclepunks y melódicos habituales. Siguieron publicando discos en la misma línea pero con pequeños matices distintos a su disco debut y se introdujeron en el mercado hardcore youth crew de la mano de Bridge Nine Records y su proyecto paralelo International Superheroes of Hardcore.
Por primera vez en los 12 años que llevan como formación vinieron a Madrid al fin y fueron recibidos como se merecen. Desgraciadamente ya no tienen el reconocimiento que tuvieron en un pasado y pocos de aquellos chavales que en su día escuchaban sus discos con 16 años y que ahora tienen 24 se acuerdan de ellos. Asímismo, nos encontramos en una época complicada en la que la oferta supera a la demanda por lo que tan sólo lograron llenar la mitad de la sala Heineken. En cualquier caso, New Found Glory son unos profesionales y tocan con la misma intensidad para 150, como ocurrió en Barakaldo, que para 10.000 y por eso mismo nos deleitaron con un concierto a la altura de las expectativas.
Dieron un repaso perfecto a toda su trayectoria. Una cuidada selección de sus mejores hits repartidos a lo largo de su ya extensa discografía formada por 7 discos y 3 EP’s. Comenzaron con “All downhill from here” tras la intro de rigor y a partir de ese momento y con gran energía descargaron una tras otra hasta nada menos que 24 canciones. Desde la potente “Dressed to Kill” al feliz y popero tema “Hold My Hand“, pasando por otras como “Sincerely Me“, “Tip of the Iceberg“, “47“, “Dig my own grave” o “It’s not your fault” por citar algunas.
A juzgar por las expresiones de Jordan Pundik, frontman de la banda, según iban pasando los minutos, el cansancio iba haciendo mella en él. Se desgañitó a más no poder haciendo que su voz ya de por sí chillona se agudizará hasta un nivel inimaginable. No obstante, no cesó ni un solo segundo, al igual que los otros miembros de la formación, de agitarse, animar al público, saltar y descargar toda su fuerza sobre el enfervorecido público. Público que, tal y como avanzaba antes, estaba básicamente compuesto por jóvenes de 18 a 20 años vestidos con sus mejores galas fosforitas, gorras planas y flequillos alisados. Tampoco generalizaré pero sí es cierto que la amalgama allí presente presentaba ese aspecto. Además, cabe destacar que sorprendentemente la gran mayoría de los seguidores eran chicos, acompañados algunos de ellos por novias despistadas.
Proseguiré con la crónica ciñéndome estrictamente al aspecto musical de la misma ya que eso es realmente lo que nos interesa. El concierto llegó a su fin, a su falso fin, tal y como avanzó Chad Gilbert, cerrando con la curiosa versión del one hit wonder Six Pence Non The Richer, “Kiss Me“, seguida de la aclamada “Hit Or Miss“. Después, 5 minutos en el camerino y tremendo bis compuesto por cuatro canciones más. Mucha simpatía y contacto con el público, gracias en gran parte a la ausencia de la siempre molesta valla anti-avalanchas, y una gran cantidad de stage-dives por parte de los mayores allí presentes y que aplastaron a la juventud de un modo irremediable. Por último, una guinda para terminar hora y media después que no podía ser otra que el himno de New Found Glory, aquella canción que les hizo famosos y que tanto estuvo presente en las fiestas estivales de hace casi una década, “My friends over you“.
Texto e imágenes: Javi JB