Los necesitados de fidelidad para la revisión de auténticos himnos experimentales o progresivos, en los visionados de ‘Starship Trooper‘, ‘The Lamia‘ o ‘Assassing‘ descubrirán sus paraísos particulares. Tanto instrumentación como partes vocales reflejan perfectamente la intención primera de Yes, Genesis y Marillion, respectivamente —aunque la que cantase Fish en el LP Fugazi pierde, como es de esperar, esa producción tan ochentas del álbum original—. Aun así, las piezas de apertura y cierre, ‘Before The Lamia‘ y ‘The Promise‘, salidas por separado de los magines de David Myers (The Musical Box) y Kimmo Pörsti (baterista de The Samurai Of Prog), se lucen majestuosas y concuerdan con la línea operativa de la obra.
Por otra parte, se agradecen rendiciones a la escena clásica italiana de fusión, focalizando los esfuerzos en regresar al ‘Gravitá 9.81‘ de Arti+Mestieri, una de las bandas puntales de la bota europea pero que, seguramente, no tengan a día de hoy en reconocimiento internacional de unos Banco o Premiata Forneria Marconi. El ‘Jerusalem‘ de Emerson, Lake & Palmer se endulza gracias a las teclas de Eduardo G. Salueña, uno de los invitados a esta maravillosa fiesta tributo que aporta su firma a lo ya tocado en su momento por el excesivo Keith Emerson.
Cerrado este núcleo duro del redondo, los cuatro temas restantes son versiones que diferentes proyectos hacen de piezas salidas del pequeño mundo progresivo de Elektroshock. Seguramente este disco compacto no sea su sitio, ya que merecerían una edición de estudio aparte, pero al menos se logra capturar así el pasado del propio Marco Bernard.