¡Qué poco cuidamos en nuestro país a nuestros artistas internacionales! ¡Qué injusto país! Nombres como The Pinker Tones o Wagon Cookin’, caso que nos ocupa ahora, viajan de uno a otro confín del mundo, haciendo electrónica a un nivel altísimo y aquí en su tierra seguimos mirando a otro lado. Wagoon Cookin’ es el proyecto de los hermanos Luis y Javier Garayalde, que ya en su debut en 2002 con Appetizers, se permitieron el lujo de tocar en el Popkomm de Colonia, el Midem de Cannes o cuatro días consecutivos en el mítico Blue Note de Tokio. Sus influencias van del electrohouse, al funky, al jazz e incluso a la bossanova (Everyday Life, 04). “Puede que en estos momentos quizás haya gente que no se esté enterando a excepción de los que nos siguen. Estamos continuamente sacando singles y remezclando. Moverte mucho fuera te aporta todo eso pero en España hemos sido muy intermitentes, por eso queremos dedicarnos unos meses a promocionarnos y luego ir festivales de verano”, nos adelantan sus intenciones.

Si en su anterior referencia, el aclamado Two Faces (06) mostraron sus dos vertientes (orgánica y electro), en su nuevo trabajo, Eleven (OM) se sumergen de lleno en la música disco de los 80 -hay una corriente mundial que nos devuelve a esa década desde luego- con un resultado increíble: “La verdad es que sí, existe esa corriente y te vas dejando llevar un poco. Nos hemos dejado influenciar pero creemos que es un disco muy de ahora. Cada tema pertenece a un sonido de los 80 concreto pero como resumen completan aquella época”, aseguran. Un periodo de investigación con el que se sienten espcialmente satisfechos pues les ha abierto grandes posibilidades como acercarse al rap en Nicest Aligned con Melina Jones: “Nunca habíamos hecho un rap y quisimos llevarlo a un terreno diferente, que recordarse a esos tiempos y no al de ahora. Hemos investigado mucho de aquella época, y como hemos sido siempre un poco barrocos en cuanto a sonido quisimos que este quedara muy limpito. El estudio siempre es algo excitante, porque vas creando y viendo cómo queda. Vas puliendo hasta que sale lo que buscas”.

Nos confiesan que viven en un gran momento de forma: “Cada vez mejor, la verdad. Afrontas los proyectos de otra manera, más tranquilamente, observando y planificando mejor porque a veces con mucha euforia no lo haces bien. También la experiencia es un aporte, saber cómo hacer mejor las cosas e intentar evitar los errores. Vas cumpliendo inquietudes musicales y acabas haciendo lo que más te apetece en vez de experimentar tanto”, y con grandes planes en la cabeza (entre los que tienen el 4 de noviembre en La Boca del Lobo): “Pensamos en quedarnos en San Francisco pero al final volvimos y decidimos lanzarlo aquí. Londres es una ciudad difícil, así que iremos a Berlín que es más barato y hay mucha más escena para poner nuestro cuartel general”.