Smashing Pumpkins se presentaban en Madrid con la duda de si Billy Corgan convertiría aquello en un auténtico aburrimiento o si por el contrario contentaría a todos aquellos que anoche agotaron todas las localidades en La Riviera.
Realmente hubo división de opiniones. Tal vez la balanza se inclinaba más hacia el punto negativo, pero no lo era tanto como parecía. El hecho de no tocar las archiconocidas ‘1979‘, ‘Stand inside your love‘ o ‘Today‘ y de cerrar el show con ‘Tonight, tonight‘ “olvidándose” de dos temás más que, guiándose por antecedentes, deberían de haber sido ‘Bullet with butterfly wings‘ y ‘Zero‘, la asistencia y en especial los seguidores veteranos, se quedaron con un palmo de narices. Una apuesta arriesgada, la verdad, que no ha sido del gusto de los fans, pero que sí parece serlo de esta especie de review de Smashing Pumpkins. Francamente, no son ya el grupo de James Iha, Melissa Auf der Maur, D’Arcy y Jimmy Chamberlain, sino que realmente es Corgan el único que ahora se mantiene junto a Mike Byrne, Jeff Schroeder y Nicole Fiorentino. ¿Son tan dignos de llamarse Smashing Pumpkins? Hombre, pues sí y no.
Defendieron con muy buenas maneras el comienzo con ‘Quasar‘ y ‘Panopticon‘. Y es que no rebajaron ni un ápice de calidad hasta casi más allá de la mitad del concierto, salvando los enredos sonoros. ¿Pero cual es el problema si empezaron tan bien pero aun así dejaban un mal regusto? Pertenecientes al experimental proyecto “Teargarden by kaleidyscope“, ‘Quasar‘ y ‘Panopticon‘ indicaban la diferencia entre un concierto de grandes éxitos y uno de canciones nuevas y/o menos populares. Starla dejó las fraguas listas para que ‘Geek U.S.A.‘ y Muzzle ardieran entre distorsión y enrevesados solos de guitarra que, por otra parte, eran exactamente iguales a las versiones de estudio. Claro, “Mellon collie and the infinite sadness” y “Siamese dream” eran marcas complicadas de superar y es evidente que el contenido de esos dos grandes discos pudieron haber sonado anoche en la capital, pero no fue así. ¿Arriesgarse y ser criticado? Bueno… lo mismo si repiten puden ser igualmente acribillados. ‘Soma‘ y ‘Siva‘ fueron los últimos lances antes del hundimiento. Un concierto notable que ha encontrado en su mitad la balsa de aceite que ha sosegado el torrente eléctrico, salvado por ‘Pale horse‘ y ‘Thru the eyes of Ruby‘. Preciosas, por cierto.
Un repertorio plagado de b-sides, nuevas e inéditas composiciones, descartes (como ‘Frail and bedazzled‘) y experimentación dejaron algo vació el espíritu principal en la nebulosa noche. ‘Cherub rock‘ era el último latigazo antes de que ‘Tonight, tonight‘ fuese la antesala del final de luces encendidas y colas en el ropero. Bastante decepcionados (o no) quedaron los fans que se encontraron justamente con eso, con un concierto “anti-fans”.
Es posible que dentro de lo malo, algún avispado se quedara con algo de Ringo Deathstarr, la banda telonera, que a modo de masturbación, sirviera como consolación de este coitus interruptus perpetrado por Smashing Pumpkins.
Texto: Charly Hernández