Yllana y Paco León, producidos por LetsGo Company, pergeñan esta excitante travesura con aires cabareteros del underground más irreverente. Un mundo lleno de concomitancias con el universo creado por Richard O’Brien para su The Rocky Horror Show (The Rocky Horror Picture Show cuando se adaptó para las salas de cine cual largometraje). Y es que aquí, en lugar de crearse un escultural siervo sexual para calmar los calentones —como hacía aquel loco científico Frank-N-Furter interpretado por Tim Curry—, el anfitrión o maestro de ceremonias Paco León se liga a una ratita amante de las joyas llamada María del Mar, un peludo animalillo de costumbres conservadoras y militante de las dietas bajas en grasas. Con el hilo conductor que plantean las historias amorosas entre ambos, ensalzadas por los monólogos de León, que aprovecha para hacer chanzas y soltar comentarios ácidos sobre la política y la sociedad nacional, diversas actuaciones musicales y acrobáticas se van sucediendo.
Los diferentes personajes que ocupan la escena, ya sea el ama de llaves, las secretarias, los citados mayordomos, el perro guardián o el barman bola, entroncan a su manera con aquellas Columbia y Magenta, con el tétrico Riff Raff o el descacharrante rockero Eddie. Los Primital Bros, con unos trajes de labor que muestran sus cuartos traseros a la concurrencia —claro homenaje a Monty Python y su ‘Sit On My Face‘—, atacaron en la primera parte del espectáculo un popurrí de pop cañí con piezas como ‘Eva María‘ (Fórmula V) o ‘Black Is Black‘ (Los Bravos), entre otras, para en la segunda ronda acercarse al funky o al disco gracias a ‘Blame It On The Boogie‘, ‘Stayin’ Alive‘, ‘Supertition‘ y ‘September‘; mientras, Paco León se soltaba rememorando algunas estrofas del ‘Suck It To Me‘ de Almodóvar y McNamara —«amor de rata, amor de cloaca…»—.
Queen también tuvieron su merecida representación al igual que Marilyn Monroe, a la cual se escuchó cantar ‘I Wanna Be Loved By You‘ por los altavoces de la sala mientras que Dilya Abdulaeva, ejerciendo cual impersonator aéreo de la misma, se colgada de un aro. Una fiesta por la que se llegó de manera inmejorable al final de 2011, para dar la bienvenida junto al elenco de la obra y por medio de doce uvas al recién estrenado 2012. Y es que Paco León, gritando la proclama «bienvenidos a la república independiente del coño de mi prima» con mofa, salero y quitándole total importancia al peso de las cosas, no pudo remarcar mejor el valor que encierra la libertad personal para que cada ser humano se sienta realizado consigo mismo.
Texto: Sergio Guillén