Para que haya escena tienen que salir nombres, no sólo de músicos, sino también de periodistas, diseñadores o fotógrafos. Juan Pérez-Fajardo (The Fly Factory) pertenece a estos últimos, y la certera mirada que pone tras su objetivo le convierte en uno de los fotógrafos más reconocidos hasta el punto de tener fotos en el icónico Hard Rock Café de Las Vegas. Su historia, sin embargo, es igual de amarga que la del resto de profesionales de nuestro país. “Me han dado muchísimas ganas de largarme. Allí me pagaron muy bien, en el Hard Rock de aquí me dijeron joder, esto viene muy bien para tu currículum. Seguir luchando y haciendo fotos por migajas”, se queja amargamente en una historia que a más de uno le sonará por haberla vivido también.

Su reflexión es la que todo el mundo dice en voz baja, y pocos reclaman fuerte: “Ahora todo el mundo vale y hace fotos pseudo diferentes, es la vista lo que te diferencia, pero a los grupos les da igual, lo quieren barato o gratis. Hay muchos que lo hacen porque entran gratis en el concierto, están sólo tres años, pero luego vienen otros”, y cuando se le pregunta qué es lo que le diferencia del resto de compañeros, cree que es porque “otros fotografos no escuchan lo que están viendo, hay que ver un concierto y saber qué te sugiere… así aprendes a ver cuándo van a hacer un salto, cuando hay un cambio, y no hacer metralleta de fotos por si alguna sale buena que ya en photoshop la retocarás”.

Hablamos con él también de su modo de trabajar y del equipo que usa, “voy por instinto, no lo pienso mucho. A menudo no tienes tiempo, y hay que saber el momento exacto, aunque no conozcas la canción previamente, es importante conoces el lenguaje de la música. Por lo demás, un angular para ver el espacio, se queda el artista pequeñito y manda lo que le rodea, se le ve frágil. Un 50 F/1.4 para ver la profundidad mola, o un 17-35 F/2.8… el 24-70 en conciertos es el más versátil, y aunque muchos tenemos la 5D 70-200 ves que no todas las fotos son iguales, depende del ojo”.

Sabe que está viviendo un buen momento. Viene de exponer en Londres pero “a pesar del momento dulce de reconocimiento, económicamente es un desastre. Tengo cierto nombre y se me da lo suficientemente bien pero es frustrante, es más pasión por la música que por el dinero. Sobre lo de Londres, Spain Now llevan a artistas españoles, músicos, grafiteros, bailes… funciona pero relativamente porque hay mucha oferta allí. Te sirve aquí porque si expones allí eres bueno, si no, nada, somos un poco paletos en general y muchas veces no tenemos ni idea, lo ves en South by Southwest en Austin, falta aún muchísimo nivel en España, quedan muchos años”. Expondrá el 1 de febrero en el Museu de Rock de Barcelona. Amaral, Sidonie y Sexy Sadie actuarán, como merecido reconocimiento.